Periodista: Juan Manuel Fernández.
Llegó buscando paz a Nicaragua luego de huir del conflicto armado en Costa Rica en el 48, y encontró su amor en Jinotega. Don Bernardo dirige hoy una marca de restaurantes de gastronomía tica.
¿Podría ser que alguien huya de un país como Costa Rica por motivos de guerra? De la Costa Rica que salió Bernardo Jiménez, era algo posible.
Con 87 años de edad, Don Bernardo es un ex combatiente de la guerra del 48 que llegó a Nicaragua buscando un mejor mañana… y lo encontró. Hoy es propietario de 4 restaurantes en Jinotega (a unos 142 kilómetros de Managua). La franquicia se llama “El Tico”, y combina lo mejor de las gastronomías tica y nicaragüense.
Escapando de la guerra
Oriundo de San Miguel de Desamparados y de una familia humilde y numerosa, Don Bernardo trabajaba en la compañía bananera antes del conflicto armado.
La conversación vía Skype no afectó sus recuerdos lúcidos. “Regresando de San José desde la zona bananera nos reclutaron a varios compañeros para la Guerra del 48. Nos llevaron a San Marcos de Tarrazú, y nos entrenaron, pero después de un tiempo, los compañeros y yo decidimos retirarnos, aunque la guerra no había terminado” recuerda.
Al regresar a San José, se fue a la frontera con Nicaragua y cruzó el Río San Juan. “Las autoridades de aquél país me acogieron muy bien y me trasladé a Managua”. Conoció a algunos compatriotas y empezó a trabajar en un hotel. El contacto con tres jinoteganos le cambiaría la vida para siempre.
Cuando Jiménez llegó a Jinotega, fue amor a primera vista. “Para que se hagan una idea, es un lugar parecido a Cartago. Es una ciudad bastante fría con una naturaleza muy especial. La altura hace que el clima sea una belleza y un lugar muy acogedor”.
“¿Un casado, por favor?”
Un amigo tico de Estelí le pidió ayuda para expandir la marca ‘El Tico’, y él la implementó en Jinotega, abriendo el primer local en 1954.
“Servimos el casado igual que en Costa Rica. Tenemos arroz con pollo, y los dos “gallo pintos” (el de Nicaragua y el de Costa Rica)” dice. Además, han perfeccionado una cocina fusión con elementos de las dos culturas que ha sido bien recibida por los jinoteganos.
Pero no siempre fue bonanza. Si bien llegó huyendo de una guerra, vivió la dictadura de los Somoza y la revolución sandinista en la misma centuria. Fue preso político, desterrado por diez años, y requirió empezar de cero de nuevo. Pero nada de eso lo detuvo.
Su esposa, María Irene Chavarría de Jiménez, ha sido el bastión que lo ha sostenido, y con quien fundó una numerosa familia: 6 hijos, 16 nietos, y 7 bisnietos. De sus hijos, Zaida María y Mayra Irene viven en Costa Rica, esta última con un restaurante en Paraíso de Cartago. Los otros hijos son Élida del Carmen, Francisco (q.d.D.g.), Claudia y Ricardo.
“Nosotros seguimos su ejemplo, y vamos preparando a los nietos para el relevo generacional y para que continúen el legado de mi papá” dijo Ricardo, su hijo menor.
Saprissista de corazón, el sobreviviente de conflictos armados solo concluye con un ideal: “que los centroamericanos aprendamos a vernos como hermanos”.
MUY BREVE…
¿Qué fue lo más duro hasta el momento en su experiencia?
Ser preso político. En la época somocista fui expulsado de Nicaragua, por no coincidir con el régimen y por defender los principios democráticos. Después de 10 años de destierro, volví a un país polarizado, y muy empobrecido. Con el apoyo del pueblo jinotegano y con mucho esfuerzo, volvimos a salir adelante con los restaurantes.
Además de la familia, ¿qué extraña de Costa Rica?
El agua dulce, que siempre ha sido tradicional, y el sentimiento de ser tico, de estar allá. También mis dos hijas que viven allá.
¿Y cómo ‘hace patria’ en Nicaragua?
Tenemos un salón decorado con la arquitectura de los años 20, 30 y 40 de Costa Rica. La textura de las paredes, los techos, todo tiene influencia tica, y está adornado con artesanías. Tenemos una carreta, y fotos de parques nacionales, tucanes y símbolos nacionales.
¿Qué significa Nicaragua?
Es mi segunda patria, siempre me han tratado muy bien, yo siento alegría en el corazón siempre que estoy en Costa Rica y en Nicaragua.