Susy Morales llegó a pensar que la cita de febrero de 2021, donde le darían el resultado de su último TAC, sería la confirmación de que la muerte era la ruta llena de paz por la que transitaría en pocas semanas.
En año y medio le habían dado varias noticias. Ninguna con esperanza.
Ya le habían dicho que tenía cáncer de cervix, extendido en hígado, ganglios de la pelvis y pulmones. Con franqueza los especialistas le dijeron que la quimioterapia era sólo para darle calidad de vida. Los médicos le indicaron que ya nada podría sanarla.
Celebró en 2020 su cumpleaños diciendo en un video “Nos vemos en un año”, porque un hilo de fe la sostenía y la hacía sonreír en medio de todo.
Esta es la historia de un milagro. Es la historia de las palabras que jamás se imaginó Susy iba a escuchar en un consultorio médico.
Esta es la historia de una madre de dos hijas, dolida, porque en algún momento se vio dejándolas solas con sus triunfos o sus pruebas, sin poderlas abrazar en el futuro cercano.
Esta es la historia de Susy, una mujer llena de fe que vive para contar que lo imposible, en Dios, es posible.