Con 23 años, para Ariel ya es común que la gente se le quede viendo. El dice que es porque es una obra de arte de Dios. El, nació con el síndrome de TAR que no le permite desarrollar sus brazos y piernas, de hecho, le impide caminar con facilidad. Aún así, su capacidad para proyectar su amor por la vida es tal, que en colegios y universidades su testimonio arranca aplausos, risas y llantos. El siguiente video es muestra de su enorme amor propio y lo que nos proyecta desde su alma.
4 comentarios
exelente trabajo y de gran motivacion!!1
Quisiera contactar al joven Ariel Garro….como puedo !!!
gracias