Carlos Williams agradece cada segundo de vida que Dios le da. No reclama, solo vive al máximo, respira con agradecimiento y no pierde el tiempo lamentándose. ¿Por qué habría de quejarse? Una enfermedad sin cura le fue diagnosticada hace casi 6 años: escelerosis múltiple.
Esta enfermedad progresiva es autoinmunitaria, afecta el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central). La esclerosis múltiple es causada por el daño a la vaina de mielina. Esta vaina es la cubierta protectora que rodea las neuronas. Cuando esta cubierta de los nervios se daña, los impulsos nerviosos disminuyen o se detienen. Por eso la persona siente que sus facultades para caminar, ver, escuchar, tragar y hablar se van deteriorando.
Todo esto Carlos lo sabe porque apenas le dieron el diagnóstico se dedicó a estudiar a fondo lo que sucedía en su cuerpo. Visitó personas que transitan por esta vía donde hay posibilidad de devolverse, ni hay cura y llegó a una conclusión: el tiempo apremia y no hay por qué echarle levadura al drama. El ha decidido sonreír, llevar mensajes de esperanza y convertirse en vehículo de buenas noticias.
Su testimonio nos inspira para dar gracias, tener fe, soportar el dolor de la mano de Dios y decir que no hay tiempo de perder el tiempo.
3 comentarios
Es duro ser diagnosticado con Esclerosis Múltiple, tengo nueve años de padecer esta enfermedad, he usado casi todos los medicamentos disponibles en el pais, con el último puedo decir llevó una vida casi normal. Llega la EM cuándo uno menos lo espera, con la ayuda de Dios se sale adelante y no dejarse vencer.