Hay tantos ángulos desde donde abordar la admiración que genera doña Zeidy!
Trabaja en el comedor de una escuela y es estudiante de derecho.
Tuvo cáncer de mama, descubierto en una casual feria de salud y tuvo que ser mastectomizada. Afirma con orgullo “Yo no soy una mama, soy una mujer” y nadie ni nada le ha robado los sueños.
En su historia hay amor por la vida, unión con sus hijas, con quienes tiene una empresa propia.
Imparable, así es doña Zeidy Rodríguez, quien camina firme hacia su graduación como abogada para defender los derechos de las compañeras de ruta que también han pasado por un diagnóstico de cáncer, pero además han visto pisoteados sus derechos y su dignidad.