La explicación a la pregunta “¿Por qué no bajo de peso?”, podría estar entre comida y comida ya sea porque nunca hacés merienda o porque lo que merendás se parece más a un plato fuerte que a cualquier otra cosa.
Cuando hablamos de meriendas solemos pensar inmediatamente en niños, pero muy pocas veces en lo importante que es en la dieta de los adultos.
Los expertos de la Caja del Seguro Social indican que las meriendas tienen las siguientes tres consecuencias positivas: evitan que lleguemos muy hambrientos al almuerzo o la cena, mejoran el control del peso y hasta ayudan a tener mejor ánimo.
No todo es una “buena merienda”
Según datos de la CCSS, los adultos jóvenes se están preocupando más por lo que comen al almuerzo y a la cena, que lo que comen antes y después de cada comida fuerte, lo que vuelve difícil el poder controlar su peso.
Lamentablemente el número de personas obesas ha aumentado en el país debido al desconocimiento sobre la importancia de comer bien. De ahí nace la campaña: “Una alimentación natural y variada es saludable”.
¿Cada cuánto hay que comer?
La nutricionista de la CCSS, Maricruz Ramírez Di Leoni, asegura que un ayuno de más de cuatro horas, pone el organismo en alerta, por falta de alimento. Esto provoca que se produzcan sustancias encargadas de almacenar grasa.
Sobre las meriendas, la doctora explica: “Este tiempo de comida sacia nuestro organismo, ayudando a tener más control de la situación y el poder tomar mejores decisiones al elegir lo que consumimos”.
Así que, las meriendas deben ser pequeñas y establecidas cada cuatro horas. La especialista explica que es fundamental que contengan alimentos altos en fibra.
¿Cuáles son las meriendas para adultos?
La primera recomendación es: dejar de pensar que las meriendas son costosas o complicadas. Todo lo contrario, hay opciones que además de nutritivas, son de fácil acceso, rápidas de preparar y pueden empacarse en papel o botellas de vidrio, pudiendo ser trasladadas en la cartera, en el bulto o en la mano.
En la revista digital lizethcastro.tv, le vamos a dar algunos consejos para este tiempo de comida, avaladas por la nutricionista Ramírez, asesora técnica del recetario de la CAJA, que actualmente se ofrece digitalmente en la siguiente dirección: http://www.ccss.sa.cr/flip/meriendas/ .
¿Se puede un “sanguchito” en la merienda?
Esta es una buena noticia, para quienes prefieren los bocadillos como emparedados, pues según la nutricionista, podemos incluirlos en las meriendas.
La única indicación, es tener precaución con el relleno. Debemos evitar embutidos y aderezos altos en grasas y sustituirlos por alimentos como: atún, queso tierno, mantequilla de maní y vegetales. Estos últimos, vuelven a tener un papel significativo, pues al tener que masticarlos, nos provocan esa sensación de saciedad, que tanto buscamos.
Frutas, qué buena merienda
Las frutas frescas, siempre son una opción, sobre todo las de temporada que resultan más baratas y ricas. Deben consumirse: enteras, con cáscara y bien lavadas. Incluso, podemos agregar yogurt, incorporando así, proteína. Este debe ser natural, sin azúcar o sabores artificiales.
Y hablemos también de los batidos. Son una alternativa rápida y fácil de llevar que permiten tener frutas y vegetales en la alimentación. Según la especialista, al añadir vegetales a los batidos, se baja la carga de azúcar de las frutas, produciendo saciedad, por la alta cantidad de fibra de los vegetales. Es importante tener en cuenta que, las hojas verde oscuro, son fuente de vitamina C, calcio, hierro y otros nutrientes y como dato relevante: si agregamos semillas de chía, tendremos más proteína.
Las meriendas, al ser pequeñas y práctica, se comen en el momento, permitiendo seguir con las responsabilidades del día a día con facilidad y nos brindan una mejor calidad de vida.
Escrito por Wendy Arias, periodista.
Datos: Caja Costarricense del Seguro Social.
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