Marino Arias es un agricultor que poco a poco llegó a perder la vista.  Pero la vida le pondría frente a él una solución que le devolvió algo más que el gran privilegio de ver.

Sin trabajo, con dos hijas pequeñas y una esposa que dependían de su ingreso, Marino llegó a rendirse, sentado en una silla en las afueras del rancho donde vive en Perez Zeledon.

“Yo he comprendido lo que valen mis ojos. Uno que siempre ha visto, el día que ya no ve se siente tan triste, uno piensa que ya no hay nada que hacer”, asegura.

Vecinos le comentaron sobre ASEMBIS y a como pudo llegó a la sucursal de PZ donde le hicieron estudios económicos y también optométricos para determinar por qué tenia una visión tan nula.

En ASEMBIS determinaron que había que operarlo lo mas pronto posible y le dieron la noticia de que no tendría que pagar un cinco de la operación de ambos ojos.  

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Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

4 comentarios

  1. Que Dios multiplique a esas personas que le ayudaron con la operación. Que belka historia. Es el retrato del amor.

  2. Iriadel Rojas on

    Esas noticias son las que nos alegran el día saber que a pesar de las circunstancias Dios toca corazones para que sucedan esos milagros tan maravillosos! Gracias Asembis Dios los bendiga!

  3. Jenifer Lira on

    Que hemoso siempre veo tus publicaciones,son historias de fe , ejemplo y motivación ! Nunca ha que perder la esperanza se debe luchar con fe ! Hermosa historia si este señor se hubiese quedado en esa banca quejándose y sin esperanza quizás no hubiéramos leído esta historia tan linda

  4. Grace Duarte Venegas on

    Que bello que existan aun entidades que se preocupan de este tipo de casos de forma gratuita, y le devolvieron la vision!