¡Qué tristeza con la belleza! Cuánta gente enferma ingeniándoselas sobre cómo decirle al espejo que no sea tan cruel, cuando el problema no es del espejo. Sobre el tema, la insuperable Pink recientemente le dio una lección inolvidable al mundo.
Recordemos que esta estadounidense nacida en Pennsylvania es el éxito en una de sus formas artísticas más puras. Dueña de cualquier escenario donde esté, por sus venas transitan de forma natural las notas musicales y el instrumento que la ha hecho famosa es su voz, a quien puede vestir de fiesta o de nostalgia, según ella lo vea necesario.
A sus 38 años, el tamaño de sus creaciones e interpretaciones fue la razón por la que recibió el premio Michael Jackson en los MTV Awards 2017 y en ese marco aprovechó para hablar sobre una conversación que tuvo con su hija mayor, Willow Sage Hart, de 6 años.
El tema de la belleza fue el centro de aquel diálogo que inició cuando, camino a la escuela Willow le dice a su mamá “Yo soy la niña más fea que conozco”.
Pink comenta qué hizo al volver a casa y concluye que a pesar de las críticas hay que defender la forma única en la que cada persona fue hecha, sin cambiar, porque ahí está la belleza. Ella misma ha sido objeto de críticas pero ha defendido con su propia seguridad, lo que es y nunca cambiará.
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