A quien todos conocemos como Charlie Zaa, en su familia lo bautizaron como Carlos Alberto Sánchez Ramírez.Nació el 3 de enero de 1974 y el éxito, según él, le sonrió demasiado rápido, asunto que no supo manejar y lo llevó al caos personal.
Lleva más de 15 años de relación con la caleña Janeth Hoyos, ex reina de belleza con la que tiene 2 hijos, Aaron David y Lauren Mia, además de Michelle Sánchez, fruto de una relación anterior.
Lo suyo son los boleros, salsa y pop latino y tras conseguir éxitos sonados en toda América Latina (interpretados anteriormente por famosos como como los ya fallecidos Julio Jaramillo, y Olimpo Cárdenas), su verdadera esencia se fue perdiendo.
Comenta que su gran problema fue el pésimo manejo de la admiración que miles tenían por lo que hacía en los escenarios y empezó a practicar una adicción por las mujeres que lo tuvo al borde de la quiebra emocional. “Los machistas dirán pero eso no es nada, qué bueno, eso no hace daño, pero me fui intoxicando”, diría en un documental que se publicó sobre su vida en 2016.
Tras el desenfreno con las mujeres, el sexo y el alcohol, Charlie Zaa encontró imposible salir de su casa pues los ataques de pánico se apoderaron de él. Estos fueron acompañados con depresión. “Vi uno, dos y hasta cinco psiquiatras. Nadie me podía ayudar más que lo que yo me podía ayudar a mí mismo. Clamé a Dios y de El vino la ayuda”, comentó.
Navegando me encontré esta parte de la conversación que sostuvo con el chileno Don Francisco, donde sin tapujos habla de su problema y cómo encontró la solución.
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