Depresión, el olor y el sabor de ese mundo interior lo conoce el aplaudido y famoso actor estadounidense Jim Carrey.  Admirado por muchos pero en soledad oscura cuando estaba consigo mismo,  se vio tomando “Prozac” porque el médico se lo mandó “para que se sienta bien”.

Carrey habla en esta entrevista sobre ese estado depresivo y cómo ha tenido que luchar para no depender de un medicamento sino buscar fuentes de vida espirituales que lo hagan encontrarse con esa luz que a veces se pierde.

Al ganador de dos Globos de Oro,  se le vio en profunda tristeza cuando en 2015 sufrió  la pérdida de su ex novia, Ed Winter, de 30 años. Carrey dijo estar conmocionado y hay quien dice que esa fue una gota que añadió amargura a su existencia en depresión.  Ahora  que ha conquistado la paz que parecía un imposible dice “Ahora mismo, no podrías hacerme sentir infeliz”, subrayando que en sus pensamientos tiene que vivir la decisión de la felicidad y el poder de que nade se la robe.

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Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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