Al correo lcastro@lizethcastro.tv llegó esta amiga, que escribió: “Hola Lizeth! Mi esposo necesita un trasplante de riñón y el doctor habló con nosotros como familia. Yo quiero hacerme exámenes para saber si somos compatibles pero mis propios hijos dicen que él ha sido tan agresor toda la vida conmigo, que no debiera ni siquiera contemplar yo esa posibilidad. No sé qué hacer. ¿Usted qué haría?”
El psicólogo Dr. Rafael Ramos, aconseja:
La decisión que tiene que tomar no es sencilla. Donar un órgano a una persona es un acto que nace de un profundo sentido de solidaridad que no está sujeto a evaluar si una persona fue buena o mala. Salvar una vida es la premisa universal, no obstante quiero plantearle algunas ideas que son importantes.
Creo que si usted está pensando en hacer esto, primero tiene que revisar si lo está haciendo precisamente desde la coacción u obligación afectiva que es normal cuando hay agresión, cuya consecuencia fundamental es la anulación de la capacidad de tomar decisiones independientes, pues desde la agresión muchas veces se elige desde la manipulación, la anulación de la voluntad, la culpa, el miedo, entre otras emociones, esto podría estar en el fondo de su decisión, ahora veamos algunos aspectos a considerar:
- Usted tiene derecho a decir sí o no libremente. No porque sea el padre de sus hijos, no porque sea su pareja usted está obligada a donar un órgano. Si bien es cierto desde argumentos morales o espirituales usted puede sentirse obligada. Tiene derecho de sacar sus propias conclusiones. Creo que en el fondo, puesto que nos plantea la pregunta, usted no está tan segura de que su pareja se merezca tal acto. Aprender a actuar con libertad para tomar una decisión no necesariamente es un proceso sencillo, sobretodo con la carga moral que esta decisión implica.
- Usted no tiene que donar el órgano si cree que no se siente bien haciéndolo. Pero también tenga algo muy claro: usted tiene que elegir entre donar un órgano a un agresor o no. Esto implica el hecho de administrar la culpa de no hacer la donación, a una persona que lo necesita. Recuerde que por encima del criterio médico, de la presión social, la presión familiar, por encima está su voluntad como mujer, como madre como persona.
- Quiero que tenga calma, si decide que no lo va hacer que este “no” no nazca tampoco como respuesta a un desquite emocional, es decir cobrarle a su pareja todo lo vivido, porque al final esto puede crearle culpas. Si va a decir que “no” que sea un “no” muy suyo, y no porque sus hijos le digan que no debe hacerlo; usted debe escucharlos, pero cuidado con no hacerlo por venganza, por capricho, esto podría a la larga crearle culpas que la pueden cargar de emociones muy complejas de administrar.
- No es un tema sencillo, estar en sus zapatos en este momento es muy difícil y nadie tiene derecho de juzgar si dice “no” y nadie tiene que obligarla a decir “si”, porque su cuerpo es suyo, su voluntad es suya, lo que le sugiero es que si va a hacer una cosa u otra que lo haga desde la convicción pensando en lo que le hace mejor a usted. Usted tiene derecho a sentirse bien y ser libre para elegir.