El correo que llegó a nuestra dirección lcastro@lizethcastro.tv es: “Quisiera preguntar si es normal que uno ya no quiera tener sexo con su esposo. A mi él me trata muy bien, pero no sé, como que dejo de gustarme. Yo a él se lo he explicado; ya no me interesa tener relaciones sexuales, le digo que sigamos viviendo juntos y que nos llevemos bien como nos hemos llevado hasta ahora por los chiquitos, bueno ya no son chiquitos, tienen 26 y 27 años. Yo lo que quisiera es que él entienda que yo ya no quiero, pero él me dice que para él no es aceptable, que él me extraña, me desea y que le gustaría que tuviéramos una vida sexual. Yo no creo que tenga que buscar ayuda como él dice, lo que yo quiero que él acepte es que yo ya no quiero y lo que quiero es que el lo acepte”
El Dr. Rafael Ramos, Director del CEDHI aconseja:
· Lo que usted está planteando en un porcentaje podría ser válido, una vida afectiva en pareja podría mantenerse sana sin la necesidad de tener una vida sexual activa. Cuando este proceso responde a una consideración física, emocional, u otras causas podría ser comprensible, manejable, pero es un proceso que debe responder a criterios bien fundamentados, además es negociado y asumido por ambas partes, no basta decir no, porque no.
· Pero lo que interpreto en su consulta, usted no quiere, ahora ¿Por qué llego a esta posición? No me parece que esté haciendo un esfuerzo por entender el porqué de esto, ¿Cómo nace? ¿Dónde empieza a crecer esta posición? ¿Qué la llevo ahí? ¿Qué implicaciones puede tener para su matrimonio? Un no, no es suficiente para justificar su posición, simplemente su propuesta es que él acepte, esto me parece que le falta el respeto a la acuerdo comunicativo sano de una pareja es decir negociar y buscar beneficio para ambos. ¿Por qué se niega a buscar ayuda? ¿Qué hay detrás de su no?
· Creo que el tema no debe centrarse en un no, sino la posición más adecuada es investigar a nivel personal, a nivel de su vida pareja, revisar su parte física, porque surge este conjunto de sentimientos e ideas que la llevan a un no radical, quizá usted y su esposo pueden trabajar por construir una posición respecto a su vida sexual que sea gratificante para ambos, pero requiere apertura para poder hacerlo.
· Cuando una pareja, no importa el tema, el que este sea, impone una sola posición, sin escuchar al otro, atenta contra la estabilidad del vínculo. La intransigencia es la antítesis de la conciliación en una vida de pareja. Puede que su n”o” tenga contenido y sentido, pero qué pasa si éste responde a temas no resueltos, problemas de pareja que no se pusieron sobre la mesa y la llevaron a esta posición; qué pasaría si es un tema hormonal, o quizá sea un tema de desencanto sexual con soluciones. Querida lectora busquen ayuda, es lo más sano.