A nuestro correo lcastro@lizethcastro.tv nos llegó la siguiente inquietud:  “Lizeth, seguí su especial del bullying y le cuento que a mí no me pasó en la escuela, sino en mi casa. A mí siempre me costó estudiar. Somos 4 hermanos, todos lograron tener grandes carreras, tienen mucha plata mientras que yo era la tonta de la familia. Mis papás me decían que qué lástima que conmigo no la pegaron; al final ellos murieron y me dejaron la casa.  Mis hermanos se pusieron bravos  pero yo ya grande, le cuento que dejé de sentir lástima por mí misma y me dediqué a lo mío. Hice cursos de cocina, ahora tengo un catering y me va muy bien.  Tengo 10 colaboradores conmigo. Hago grandes eventos, vendí la casa de mi mamá, la dividi en 4, le dí la plata a mis hermanos y empecé sola. La verdad fue muy duro por que a mí me decían “tonta, usted no sirve para nada”. Yo no era para estudiar pero me encantó siempre el arte; ahora hago queques y ofrezco de todo en mi catering. Pienso cuántas personas habrá así. Con el paso del tiempo me alejé de mis hermanos, no los malquiero pero no me identifico con ellos.  El tema ahora es que uno se quedó sin trabajo, me vino a pedir posada, yo no lo acepté, entonces todos se alejaron de mí. Es duro, pero siento que estoy haciendo lo correcto y me siento en paz. ¿Usted qué dice?

El Dr. Rafael Ramos, Director del CEDHI, le aconseja a esta joven lo siguiente:

  1. Usted tiene razón, a veces no sé con que intención en las familias, lejos de motivarnos con sus palabras hacen leña del árbol caído, pero el árbol caído según sus ojos no según lo que es en realidad.
  2. Usted es un ejemplo de esfuerzo, compromiso y trabajo. Con todo en contra, usted decidió descubrir su camino, desintoxicarse de lo malo y sacar desde adentro lo bueno para forjar su propio destino. Felicidades!.
  3. Su carta para mi es un testimonio de empoderamiento, de compromiso personal para pasar por encima de la negatividad de los demás y descubrir la fuerza interior. Usted creo que lo ha hecho bien, no hay nada como psicólogo que le pueda decir que no esté en su historia de vida, mi respeto y admiración.
  4. Por otro lado le aconsejo tomar distancia. Asumo que algunas personas estarán en desacuerdo, una cosa es ser familia, otra es ser consanguíneos, hay personas que no por ser familias deben ser poseedores de nuestro afecto, entrega y dedicación. El amor es reciproco en respeto, calidez, apoyo, cariño, acogida, estímulo positivo. Si alguien hace todo lo contrario y nos lastima con sus palabras, arrogancia, orgullo e insensatez, usted tiene derecho a decidir quien está cerca de su vida y quien no.
  5. Ponerle límites a sus hermanos está muy bien, eso sí revise que no sea desde el resentimiento, el enojo, o sentimientos negativos. Hágalo desde la construcción de la paz. Estar cerca de alguien o no, depende de lo que esta persona nos aporte. Si nos aporta paz, alegría y crecimiento adelante, pero si carga la atmósfera de tensión, dolor y amargura, usted tiene derecho a decidir.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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