Hola Lizeth, le escribo porque tengo una diferencia muy grande con mi marido. Tenemos a mii hijo de 16 años y nos dimos cuenta que ya tuvo relaciones sexuales. Entonces mi esposo dice que tenemos que hablarle de sexo y de condones; yo me opongo porque creo que hablar de condones es abrir puertas y posibilidades, porque él es un chiquito todavía. Me gustaría que mi esposo me apoyara en quitarle esas ideas de la cabeza, pero no estamos de acuerdo. El otro día yo llamé a los papás de la muchacha y les dije que ese noviazgo se termina ya,y que yo creo que no podemos permitir esto, me parece que no es el plan de Dios.”
El psicólogo Dr. Rafael Ramos, Director del CEDHI, aconseja:
Señora, estoy seguro que muchas personas van a diferir de la perspectiva que le quiero plantear. Soy profundamente respetuoso de la espiritualidad de cada quien, creo que una sana vida sexual no puede estar al margen de una vivencia espiritual sana. Estoy de acuerdo la adolescencia no es la etapa para iniciar la vida sexual activa. Pero quiero indicar lo siguiente:
- ¿Ustedes como padres han trabajado previamente la educación sexual de su hijo?, pues un error frecuente es hablar de sexo cuando los muchachos ya se “jalaron una torta”, normalmente se habla de sexo para corregir, no para formar y ahí nacen muchos de los problemas de la conducta sexual adolescente.
- Seguimos teniendo un debate abierto sobre métodos anticonceptivos, ciertamente el condón puede prevenir un embarazo o minimizar los riesgos de enfermedades de transmisión sexual, pero la sexualidad va más allá. Hablar de prevención, de anticoncepción, hablar del uso de un condón no es abrir puertas. Por lo que usted nos cuenta su hijo con la información del condón o sin ella ya está teniendo actividad sexual. Obligarlo a terminar el noviazgo, castigarlo o no dejarlo salir de la casa, no va suponer un buen manejo de su sexualidad.
- Claro que podemos hablar de abstinencia y preservar el cuerpo de los muchachos y las muchachas para el matrimonio desde la vida y vivencia de una espiritualidad sana, en este sentido estoy absolutamente de acuerdo, pero ¿qué pasa si la realidad es otra, si nuestros muchachos son activos sexualmente?. Recordemos que un muchacho o una muchacha hoy frente a los cambios de paradigmas en comunicación se enfrentan a un mundo muy complejo. Creo en la formación, en el diálogo abierto, impregnado en valores morales y espirituales, pero también en capacitar a nuestros muchachos y muchachas con realismo para un mundo que los reta todos los días.
- Mientras pensamos en no hablar, por miedo a abrir puertas, nuestros hijos son activos. A la par de una formación espiritual tiene que haber una formación clara, objetiva, sobre anticoncepción y una vida sexual sana. Estoy de acuerdo, la edad de su hijo es corta para enfrentar estos retos, no es la etapa ideal para el inicio de una vida sexual, pero las estadísticas en nuestro país son contundentes: los y las muchachas están teniendo actividad sexual a diferentes niveles a partir de los 13 años. El acceso a la pornografía es incontrolable por parte de los padres de familia, no sólo porque no siempre se está con los hijos, sino que además el uso de teléfonos inteligentes está fuera de nuestras manos, por tanto tenemos que trabajar con ellos, a través del diálogo todos los días.
- Es interesante como a veces le damos al tema del sexo un valor negativo, nos asusta, pero esto tiene que cambiar. Estoy de acuerdo en los valores y principios de cualquier corriente espiritual que promueva la dignidad de la persona, pero creer que no pasa nada es un grave error. Las estadísticas de embarazos adolescentes son altas, cuántas separaciones hay por matrimonios mal logrados, pues fueron motivados por un embarazo. El número de madres adolescentes que son abandonadas por el padre del bebé es alto, pero hay gente que sigue insistiendo en no hablar de sexo y educación sexual en nuestros hogares.
- Para hablar de sexualidad los padres tienen que tener una visión clara de su sexualidad, deben formarse en informarse para tener una visión realista sana y objetiva de la sexualidad.
Mi consejo más puntual es:
- Comprendo que se preocupe, creo que usted y su esposo deberían de tener una posición, creo que mi recomendación con el profundo respeto de su posición es fórmenlo para una vida sexual sana, con esto no lo estamos mandando a tener sexo, lo estamos educando para una realidad que existe y que usted debería explicarle junto con su esposo los riesgos emocionales y físicos de una vida sexual temprana sin estar preparados para asumir todas las consecuencias. Analice, tome decisiones, no se cargue culpas, pero ejecute acciones. No es evitando el tema o terminando la relación con la novia que su hijo va aprender a manejar su sexualidad.