Rolando Fonseca llegó a nuestra entrevista con su esposa, Gabriela Lépiz y su hija menor, Karina. Quizá si el tema fuera fútbol, lo hubiéramos citado sólo a él. Pero la conversación no era sobre el talento probado de Rolando en la cancha, sino sobre el cincel con el que la vida ha ido puliendo su corazón lleno, hace muchos años de soberbia y hoy agradecido porque en la mesa de su hogar hay arroz y frijoles. “Trabajar en Uber con el carro de mi hijo, no me hace menos. Es un trabajo digno”, nos dice con una sonrisa. De ese tamaño es la humildad de quien es uno de los mejores jugadores de la historia futbolística de Costa Rica.
Fuera máscaras
En esta primera parte que grabamos en el Hotel Hilton Garden, en La Sabana, el ser humano deja de lado las máscaras que lo convertían en una persona vanidosa. Rolando Fonseca abre el corazón para decir, por ejemplo, que una vez con un carro de lujo, nuevo de paquete, la alegría de tenerlo le duró 1OO metros, porque justo ahí se paró a la par un carro que le pareció “más chiva”. “Nunca es suficiente cuando el corazón está vacío”, reconoce con humildad.
Ganar bien, tener reconocimiento y ser aplaudido por hacer de forma extraordinaria algo que en Costa Rica es casi de carácter adictivo y de culto -como lo es el fútbol-, fue inmanejable para el joven que en la noche ponía la cabeza en la almohada y lloraba de soledad.
Infidelidad, su matrimonio en peligro
Cuando la vida a sus apenas 2O años lo convierte en papá, Rolando experimenta una de las alegrías más enormes: su hijo Daniel. Cinco años después repetiría ese orgullo con el nacimiento de Karina. Pero en esta entrevista Rolando Fonseca admite cómo, cuando se suponía que tenía su hogar estable y una relación con Dios cercana, la infidelidad tocó a la puerta y él le abrió.
“El que peca y reza…no empata”, concluye.
En el siguiente video te compartimos la primera parte de “Mi Versión, Rolando Fonseca sin máscaras” con Lizeth Castro.
Te recomiendo de Archivo: “Mi Versión, Claudia Dobles, antes de ser Primera Dama”.
3 comentarios
Bendiciones Lizeth, te admiro muchísimo, me encanta tu trabajo. Saludos desde Tilaran
Me encantó ver esta historia. Una persona q tuvo tanto, que fue un jugador admirable y repugnante y hoy escucharlo dar su testimonio de vida debe ser un espejo no para criticar, sino para q se refleje cada uno y tomen para su saco!
Excelente tu trabajo Lizeth.
Me encanto la entrevista con Fonseca.
Siempre es bueno conocer a estas personas ya que yo siempre pense em él como un hombre muy prepotente.
Me alegra muchisimo saber que a pesar de sus pruebas los tomaron ña mejor desicion buscar y tomarse de la mano de Dios.