Preparar la ropa de los hijos y además la del marido y pensar en el almuerzo de los hijos todos los días, y además el del marido, son sólo ejemplos de lo que pasa en muchos hogares donde se le recarga de tareas a la esposa y madre. Eso puede llegar a generar un cansancio terrible en esa mujer “chineadora” que raya en la alcahuetería. El Dr Rafael Ramos nos advierte que ese chineo puede llegar a cansar, y nos comenta sobre lo tóxico que puede ser tener tanta responsabilidad en los hombros, pues además de velar por los hijos más de una mujer también lo debe hacer por el marido. En nuestra sección ¿Y ahora qué? de la revista lizethcastro.tv, planteamos esta situación: “Tengo tres hijos y el tercero es mi esposo, ¿y ahora qué?”