“Solo cuando me preguntan, me acuerdo que tuve cáncer de próstata”.  Con esta frase y con una gran carcajada, es que don Javier Frutos, recuerda aquella época que le llevó a hacer un cambio a su vida, valorando y sacando provecho a cada instante.

Hace dos años, el médico le dio el diagnóstico de cáncer, luego vinieron 39 sesiones de quimioterapia y un cambio en su rutina diaria.

“No me dolía nada”

Don Javier recuerda: “A mí no me dolía nada.  Luego me hicieron los exámenes y salió volado. Recuerdo que el doctor me dijo: esperemos a que llegue su esposa y la esperamos. Yo lloré, me descompensé y me asusté. Fueron varios días preguntándome: ¿por qué? Gracias al soporte de mis hijas y mi esposa, me fui levanté para empezar la lucha”.

El cáncer llegó a los 64 años y fue la detención temprana la que ayudó a que el tratamiento fuera exitoso.  Aprendió que dejar los tabúes de lado, es uno de los principales factores contra el cáncer de próstata.

La importancia del tacto rectal

Así lo dice don Javier quien por cierto hoy es miembro de un grupo de baile folclórico:La salud y estar con nuestra familia, es más importante que cualquier vergüenza. Si lo que se tardan en palpar con el tacto rectal, son solo 10 segundos, 10 segundos que nos pueden regalar años de vida”.

Don Javier disfruta de su vida plenamente, luego de haber vivido el cáncer

Don Javier disfruta de su vida plenamente, luego de haber vivido el cáncer

Cada año, hay mil casos nuevos de cáncer de próstata

El cáncer de próstata ocupa el segundo lugar de incidencia en hombres en Costa Rica y el primero en mortalidad. En promedio, hay mil casos nuevos por año y cuatrocientas muertes en el territorio nacional. Según don Javier, el apoyo de la familia, juega un papel fundamental para lograr el éxito de cualquier tratamiento, pues la preparación del paciente es física, emocional y mentalmente.

“La postura es clave, la compañía de mi esposa e hijas me fortaleció. Uno debe entender que el cáncer es sinónimo de vida: enseña que hay nueva oportunidad, que requiere cambios y compromiso: en las comidas, en los cuidados y en la actitud; ojalá nos cuidáramos en lo que comemos, hacemos y nos revisáramos, desde antes de un diagnóstico. Los más difícil fue aceptar, lo más lindo ver a tanta gente alrededor que da apoyo”.

Este padre de tres hijas, abuelo de cinco nietos y con un bisnieto, es ejemplo de que la detección temprana es vital para lograr una pronta recuperación y que se puede disfrutar la vida, después de un cáncer de próstata.

Más información: APRECAP 2432-4911.

Periodista: Wendy Arias.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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