Ver a las mamás irse con las manos vacías, el corazón roto y los sentimientos deshechos por la pérdida de su bebé, llevó a una enfermera del Hospital de Pérez Zeledón, a crear una forma de solidarizarse con su dolor.
La creadora de esta idea es Mariana Méndez Salazar, supervisora del área de ginecoobstetricia en el hospital Fernando Escalante Pradilla. Ella tiene 34 años de edad y 14 de trabajar en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

La entrega del cofre es un acto solidario ante la pérdida del bebé (Foto CCSS)
Huellas inolvidables
Méndez entrega un cofre blanco, a las madres dolientes, cuyo contenido es simbólico: además de el libro del control prenatal, contiene otros detalles.
Según explicó, dependiendo del credo religioso se coloca un rosario, un frasco con un angelito de resina, que simboliza el bebé que está en el cielo, y una tarjeta sellada con las huellas del bebé.
También, escrita a mano tiene una frase pensada por los funcionarios que describen su sentir.
“¨Con esta cajita que está llena de nuestro amor, comprensión y solidaridad les damos el pésame a las mamitas (…) Nos unimos para hacerles saber que estamos con ellas en ese momento tan doloroso, porque no solo es perder a un hijo sino también es ver truncado ese sueño de ver a sus pequeños con vida” , ¨ dijo entre sollozos y lágrimas la doctora Méndez Salazar.
Cofres blancos
Los cofres blancos se entregan a las madres que perdieron a sus bebés cuando tienen más de 15 semanas de gestación o cuando los recién nacidos mueren por malformaciones o complicaciones en su salud.

Según el credo, el cofre incluye un rosario y una frase solidaria ante el dolor
La directora del Hospital Joicy Solís Castro indicó: “Ojalá que estos presentes nunca deban entregarse y se queden ahí guardados en la urna para siempre, pero sabemos que lamentablemente no es así porque no hay semana que no veamos a una mamita llorar a su hija o hijo” mencionó la doctora Solís.
En el servicio de Neonatología también entregan una cajita similar a la de ginecoobstetricia, solo que las de ellos llevan dentro la pulsera de identificación del niño, la camisita que cubrió su cuerpecito y una tarjeta firmada por el personal que tuvo contacto con la criaturita.
En el último año 1 900 bebés nacieron en el hospital Escalante Pradilla y se registran 20 lamentables pérdidas por abortos espontáneos, problemas en el desarrollo, malformaciones y otras complicaciones del feto.