Doña Adelita y don Mario tienen 5 meses de no salir de la casa.  El tiene 91 y ella 87 años. Sus hijos se organizan y van a la casa de ellos por turnos, para comprarles lo que ocupan.  Viven en Desamparados, uno de los cantones de la capital costarricense, más poblados y golpeados por el COVID-19.

Ellos dos son un ejemplo real de lo que ocurre con muchos adultos mayores que no han caído en las garras del Coronavirus.

De acuerdo con los números del Ministerio de Salud,  a este 27 de agosto,  sólo un 6% de las personas contagiadas por este virus en Costa Rica, son mayores de 65 años.

En contraste, el grupo de personas mayormente contagiadas tienen entre 18 y 64 años.  De un grupo de 100 personas, 84 están en este rango de edad.

"En CR entendimos pronto que muchos ancianos podían morir por COVID-19". Dr. Boza

“En CR entendimos pronto que muchos ancianos podían morir por COVID-19” Dr. Boza

Razones para bajo contagio en ancianos

Doña Adelita, a sus 87 años da dos buenas razones por las que han tenido el contagio del Coronavirus:   “Primero, en el rosario de todos los días le pedimos a Dios que nos libre del COVID. Y segundo, no sólo nos lavamos las manos mucho, sino que por ejemplo les tenemos a nuestros hijos, en la puerta otros zapatos y alcohol en gel“. Don Mario agrega: “Hemos sido muy disciplinados y hemos estado encerraditos en la casa”.

De acuerdo con el Dr. Marco Vinicio Boza, médico intensivista de la CCSS, “Cuando este Coronavirus llegó a Costa Rica nos había llegado de China y de países como Italia la estadística sobre el alto contagio y la letalidad en los ancianos.  Entonces, desde un principio le quedó claro a nuestro país que había que cuidar con especial atención a los adultos mayores y esto fue acatado de forma excelente”.

Te recomiendo de Archivo “Mi regalo de la madre es el aquí y el ahora

El médico lamenta que igualmente llegaron reportes sobre abandono y soledad de muchos ancianos y “eso no se vale, el cuento de que no los visito porque son adultos mayores y ni sé que ocupan, no tiene justificación”.

El COVID-19 no es una sentencia de muerte en el adulto mayor que se controla

Científicamente, los registros mundiales indican que si la población en general tiene un 1% de mortalidad por Covid-19, los adultos mayores tienen un 10% en los casos en que a la edad se le suman factores como obesidad mórbida, mal control de diabetes e hipertensión, antecedentes de infartos, problemas en riñones y mal funcionamiento del hígado y cáncer. 

“Incluso podríamos hacer el ejercicio hipotético de que llegaran a necesitar un espacio en internamiento un anciano y alguien más joven.  La edad no es, para nada,  motivo para decidir a favor de uno u otro como prioridad.  El anciano podría tener una mejor historia clínica que el más joven y hasta más posibilidades de sobrevida. Aquí vemos caso por caso, no por edad, sino individuos con una historia personal que analizar“, concluyó Boza.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

Comments are closed.