¿Cómo dabas la dirección de tu casa antes de waze? Porque ahora es: “Es muy fácil llegar. Sólo ponés Condominio Las Casas y asi llegás. O ya te mando la ubicación. Un segundito”. Y listo!
Si “echamos para atrás el cassete” -uy no, esta expresión no la entenderían los más chiquillos-, esta conversación buscando una dirección era así:
-Buenas señora ¿Cómo llego a la escuela del pueblo?
-Buenas, sí. Siga directo hasta topar con cerca, gira a la derecha y continúa hasta el árbol grande de mango, a la izquierda está la escuela. No se pierde, hay una bandera grande.
Hoy vamos a recordar cómo era vivir sin waze o google maps o alguna otra aplicación que actualmente nos facilita llegar adonde dirigimos.
Un taxista que llegaba adonde le dijeran
Don Gerardo Rosales Ugalde, ha sido taxista por 28 años y aún guarda en su memoria, muchos puntos de referencia. Él nos transporta a los años en los que “preguntando se llegaba a Roma”.
“Se tomaba como referencia un bar, una pulpería o una iglesia. En San Pedro, por ejemplo: el famoso Higuerón, en Pavas, la Vuelta del Jocote, en los Yoses la pulpería La Luz; así en cada lugar.
Nos sabíamos los números de las calles y los puntos cardinales. Ahora bien, algunos de estos puntos ya no existen, lo que ahora es condominio, antes era un cafetal y debemos adaptarnos. Por eso, los más jóvenes no deben olvidar la compresión con quienes peinamos canas”.
Siempre es bueno saber de puntos cardinales
“Lo que más extraño es la cortesía y eso se puede mantener aún con tecnología. Antes no había tanta presa, estas aplicaciones nos ayudan a buscar rutas más ligeras, pero no olvidemos que muchos de mi generación no se han acostumbrado o no saben usarlas, por eso el llamado a ser respetuosos y enseñar”.
Agrega: Los jóvenes nos pueden mostrar cómo usarlas y nosotros podemos enseñarles cómo lo hacíamos antes, porque siempre es bueno saber de algunos lugares importantes, conocer los puntos cardinales o las calles (de norte a sur) y avenidas (de este a oeste)”.
Para este taxista de 65 años, la tecnología es facilitadora y una gran herramienta, sin embargo, está en nosotros que no nos absorba y nos quite la cordialidad entre unos y otros.
Periodista: Wendy Arias
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