En casi un siglo de vida doña Carmen ha visto de todo y de las pocas cosas que le faltaba por vivir era tener en sus manos un diagnóstico que toda la familia temió, fuera su sentencia de muerte: COVID-19. Para su sorpresa, la tica casi centenaria, libró la batalla y la ganó.

Doña Carmen a sus 99 años venció al COVID-19
Doloroso encierro por el virus
A sus 99 años, la pandemia llegó a doña Carmen, no se sabe cómo.
Cuidada por su familia como lo que es, el tesoro de todos -vive con una hija y una nieta-, doña Carmen resintió el “encierro” al que el virus obligó vivir a todos en el país, especialmente a los adultos mayores.
En una reciente conversación que grabó con su nieta, Andrea, le contó que la tenían “encerrada, presa” por un tal virus. Acto seguido junta las manos y empieza a orar con perfecto uso de su memoria: “Dulce madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y sola nunca me dejes”.
Todo por la abuelita
El COVID-19 se instaló en el cuerpo de doña Carmen y para sorpresa de todos, la manifestación del virus no pasó de ser una gripe fuerte. “Le daban altas temperaturas y dolor de huesos. En el momento en que más le costó respirar, el doctor nos dijo que había que llevarla al Hospital. Le preguntamos si había forma de no llevarla y asistirla en la casa y nos dijo que sí”.
La familia se organizó para cumplir con lo que el médico indicó: tenerle en la casa un concentrador de oxígeno (una de sus hijas tenía) y nebulizarla cada 6 horas. Además se le aplicaron inyecciones de dexametasona y se le dio paracetamol.
“Increíblemente yo creo que el encierro la afectó más que el virus porque luego de la crisis que le dio, estuvo perfectamente“, cuenta su nieta a lizethcastro.tv.
Mujer fuerte

Doña Carmen libró la batalla contra el CORONAVIRUS desde su casa en Santa Ana
Doña Carmen Peñaranda Peñaranda nació en San José, Barrio México, un 20 de Mayo de 1921.
Es la mayor de 4 hijos y la única que sigue con vida. De los 11 hijos que tuvo, ella ha enterrado a 4. Actualmente vive en Santa Ana.
Mujer de espíritu luchador, tiene un secreto que de un tiempo para acá, la mantiene en pie: “Mi abuelita tiene que comer con un tequilita a la par porque dice que eso es lo que la mantiene fuerte. Nunca nunca fue de tomar nada, pero de un tiempo para acá eso no le puede faltar”, nos comenta su nieta.
Esta abuelita de 28 nietos, bisabuela de 54 bisnietos y tatarabuela de 10 niños, no fue la única que se vio afectada por el COVID-19. En esta familia también el Coronavirus afectó a dos de sus hijas y a 3 nietos.
Actualmente, doña Carmen ya está libre del COVID-19 aunque 15 días después de haber terminado la cuarentena, el médico tuvo que ir a visitarla a la casa por una afección respiratoria.
La familia sigue cuidándola en extremo y disfrutando de sus anécdotas, que en casi 100 años de vida, son interminables.
Te recomiendo de Archivo: Abuelito superó el COVID escribiendo poemas