Nathaniel Jiménez no tuvo problema para aprender a leer y escribir como sus demás compañeros, en una escuela de su natal provincia Limón. Ser sordo no le representó ningún problema, pues siempre alguna maestra hablaba lesco. Ademas, quien lo conoce entenderá que el fuego que tiene en los ojos este jovencito, hace que sea imposible comprenderle porque de alguna manera busca como darse a entender.
Al crecer, luego del colegio, el problema no era comunicarse sino ser incluido en los planes de trabajo de empresas y corporaciones. “La gente que habla y escucha ignora las capacidades de nuestra población sorda”, nos comentó. Por eso, Nathaniel se las agenciaba para sobrevivir, con el dinero que mes a mes le giraba la CCSS en una pensión Asi que las necesidades materiales estaban algo cubiertas, pero su sueño estaba muy lejos de recibir un cheque. El quería realizarse, servirle a los demás, vivir.
Porque nunca renunció a su sueño de ser una persona realizada, tocando puertas llegó hasta una que se abrió. En Walmart lo convirtieron en colaborador y hoy se desenvuelve en una de las cajas. ¿Cómo lo hace? ¿Qué tal la aceptación de la gente? ¿Cuál es la mayor dificultad?
La siguiente conversación la realizamos con traductora pero igualmente está subtitulada para que todas las personas comprendan el contenido. Nuestro interés es destacar que la sociedad debe ser más inclusiva. Solo en esa medida, la palabra respeto y tolerancia cobrarán vida.
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