Cada madrugada, cuando el reloj marca la una con treinta minutos de la mañana, mientras muchos de nosotros dormimos, Sebastián Vega Meza, de 14 años de edad, está ingresando a una sesión de radioterapia que lo acerca más, a dar fin a su tratamiento contra el cáncer.
A kilómetros de distancia está Noelia, su madre, despierta, orando para que su hijo regrese con bien. No puede acompañarle físicamente porque está en “cuarentena” diagnosticada con COVID-19, pero su corazón y alma están con él.

Un primo es quien lleva a Sebastián a sus sesiones de radioterapia
Esta es la historia de una familia de Paraíso de Cartago, que cuenta los días para tocar la campana que resuena con fuerza, cada vez que una persona termina un tratamiento contra el cáncer, sin embargo, en esta ocasión, también avisará que todo un hogar superó el SARS-CoV-2.
Noelia Meza Leitón, mamá de Sebastián, contó a lizethcastro.tv con lágrimas y sonrisas, cómo en medio de la turbulencia, el amor se hace presente para recordar que ya casi llega la calma.
Pregunté ¿Se me va a morir?
Esta madre de 30 años de edad, relata: “En diciembre del 2019 mi hijo presentó en el cuello una pelotita del tamaño de una uva. Tras varias revisiones, nos dijeron que se trataba de Linfoma de Hodgkin (cáncer en el sistema linfático).
Le dije a la doctora: ¿Se me va a morir? Ella me respondió: mamá todos somos de la muerte y los hijos son prestados. Imagínese como sentí. Pero mi fe es muy grande y Sebastián es demasiado fuerte.
Nos prometimos que yo soy su fuerza y él es la mía, caminamos de la mano de Dios”.
Toda una familia unida
La lucha contra el cáncer ha sido de toda la familia.
Sebastián cuenta con grandes aliados de batalla: su mamá, su papá de corazón: Jonathan y su hermano menor de 12 años, quien se llama Santiago, y no dudó en “rapar” su cabeza cuando se cayó el cabello del mayor, e incluso, se habría quitado las cejas de ser necesario.
Fue en febrero de este 2020, cuando se dio inicio a la quimioterapia.
El joven que cursa octavo año con muy buenas calificaciones, ya cumplió las doce sesiones quimio y tocó la campana que avisó el fin de este primer proceso. (Ver video)
Ahora debe cumplir 18 sesiones de radioterapia, lleva cinco, y cuando las complete todas tocará la campana que anuncia el fin del tratamiento, no obstante, esta campana sonará para toda la familia.
Justo en este proceso llegó el COVID-19
En etapa final de la batalla contra el cáncer, se hizo presente una prueba más. Noelia fue diagnosticada como positiva del SARS-CoV-2. También Sebastián, y la familia completa está en aislamiento.
Por esta razón, cada madrugada, este joven guerrero viaja con su primo Andrey, un aliado más que dijo presente, para llevarle a las sesiones de radioterapia.
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“Dios ha puesto ángeles en todo el proceso. Desesperada porque no podía acompañarlo al hospital e iban a retrasar el tratamiento, llamé a mi tío Gustavo, él me contestó: Para eso está la familia y su hijo Adrián, mi primo, se ofreció para llevar a Sebastián al hospital, aunque estemos con COVID-19.

Una foto similar es la que desearía tomar esta familia, al terminar las sesiones de radioterapia
Mi esposo y mi hijo viajan con él y portan el traje completo de protección anti virus, yo espero en casa con Santiago. Mi papá nos trae lo que necesitamos, todos están pendientes y juntos esperamos tocar la segunda campana”.
La familia vecina de Paraíso de Cartago, cumplirá la “cuarentena” el próximo 18 de octubre.
Días después, Sebastián dará fin a las sesiones de radioterapia. Será en ese momento cuando aquella campana resuene doble, Anunciará que Sebastián, su mamá, hermano y papá, han resultado vencedores de una lucha que se libra con lágrimas, pero con mucho amor de por medio. ¡Esperamos el sonido de la campana!
Periodista: Wendy Arias