Los padres de Mauren nunca olvidarán a su hija. Curiosamente, conservan una foto que no muchos la conservarían y mucho menos la tendrían en la sala de su casa; se trata de la foto del día en que vestida de blanco, se casó con Luis Fernando Burgos. Poco tiempo después, el castillo de arena se desvanecía en las garras de la violencia que llevó a Burgos a asesinar a Mauren.
Doña Vera Mora es una mujer pequeña, de voz suave. Es la madre de Mauren pero la bondad en sus ojos la llena de una grandeza poco usual. La tristeza por la pérdida de su hija no logra esconderse, es evidente, pero doña Vera ha tomado una decisión que la reconforta y hace que las lágrimas se sequen pronto: perdonar a Luis Fernando Burgos.
Su entrevista nos da motivos para pensar que la altura espiritual de esta señora, la ha hecho subir al nivel de la consciencia en que el odio no es camino, ni devuelve al ser querido que ya se fue. Ella compara que su hija no esté, con las hojas caídas de un árbol que ya nada las puede regresar a ese árbol. Sin embargo, nos dice tocándose el corazón: “Mi chiquita sigue aquí, conmigo, nunca la olvidaré”.
Burgos falleció en la cárcel, luego de que la Corte reconfirmó la sentencia por el asesinato de su esposa. “Yo oro por él, para que Dios en su misericordia lo perdone. Yo ya lo perdoné”, nos dijo.
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