“Ay mi amor me llegaste, nunca creí que ibas a volver”. Eso le dijo, llorando de alegría doña Betty a su esposo, cuando la ambulancia lo trajo de vuelta a su casa, en San Miguel de Desamparados.
75 años de edad, trombosis pulmonar, diabetes, hipertensión, problemas renales y un mini-infarto, eran parte de la historia clínica de don German Calderón Navarro.
El huésped más reciente en el cuerpo de este papá de 7 hijos, fue el COVID-19. “Como si fuera poco lo que ya papi tenía”, comenta su hija Jenny.

Don German cumplió en Octubre 75 años de edad
Internamiento tras internamiento
Don German trabajó toda su vida en una ladrillera. Esto le deterioró los pulmones “como si hubiera sido fumador toda la vida”.
A finales de junio de este año, fue internado en el Hospital San Juan de Dios.
El diagnóstico fue trombosis pulmonar. “Ahi vimos un primer milagro. Nos explicaron que un coágulo de sangre le llegó a los pulmones, y aunque era muy serio por dicha no fue al cerebro o al corazón“, dijo Jenny a lizethcastro.tv.

Don German superó el COVID-19 en el Hospital San Juan De Dios
Tras 10 días internado, regresó a su casa lleno de medicamentos y cuidados.
Para sorpresa de él y su familia, después de haber regresado, empezó a tener fiebres altas y le costaba respirar.
A los 5 días, tuvo que ser llevado nuevamente al Hospital con ahogos terribles. “Esa segunda vez fue como estar en la cárcel”, comenta Don German.
Doña Betty jamás olvida que una vez que le dijeron que internarían a su esposo, se le derrumbaron las esperanzas. “En la acera yo lloraba y lloraba. Y peor cuando recibí, después, una llamada que nos decía que tenía COVID. ¿Cómo, de dónde COVID? Yo les dije a mis hijos, ‘Su papito no va a volver”.

La familia se unió en oración por la salud de Don German
Hijos unidos en oración
En el chat de los hijos se empezó a mover, con más fuerza que nunca, algo en lo que creen: el poder de la oración.
“Esto nos unió mucho a los 7 hijos. Compartíamos oraciones, canciones, pidiéndole a Dios y a la Virgencita de los Angeles, con mucha fe, que nos librara a Papi de todo. Mami lloraba mucho y le decíamos que tuviéramos fe, que Papi iba a estar bien”, cuenta Jenny, la hija.
Don German, en su cama de salón, también hacía la propio: “Yo le suplicaba a Dios que me ayudara. Que yo quería regresar con mi familia”.
No se le olvida que una muchacha, jovencita, paciente de COVID falleció cerca de él y en ese momento fue presa del miedo, además de las condiciones en las que él estaba. “Tuve tres hemorragias. Todo me incomodaba, no respiraba bien. Uno no sabe si es de mañana o es de noche. Es muy triste no poder comunicarse con la familia“, comenta este abuelito de 16 nietos y una bisnieta.
Aunque los reportes eran diarios del Hospital hacia la familia, sólo por las mañanas tenían noticias. “No sabíamos si el resto del día German iba a estar bien o algo le sucedería. Era una zozobra”, dice Doña Betty, con quien tiene un matrimonio de 52 años.
A pesar de su complicado cuadro clínico y su edad, Don German nunca pasó a una UCI. En salón “Le pusieron una máquina que le ayudaba a respirar y nos explicaron que si eso no le funcionaba, lo iban a entubar. Gracias a Dios, sí le sirvió“, le comenta la hija a lizethcastro.tv.
Salida del Hospital
Para alegría de toda la familia y por supuesto, de Don German, el 30 de julio, la ambulancia lo trajo regreso a casa.
Su esposa recuerda: “Lloraba mucho él y lloraba mucho yo. No le puedo contar la alegría de verlo de regreso, viera qué alegría más enorme tenerlo aquí“, dice esta esposa que aún hoy se emociona recordando el momento.
“Fue Dios y la Virgencita, esto es un milagro“, asegura Don German, quien hoy sigue recuperándose pero no cambia por nada del mundo el calor del hogar que jamás perdió la fe de tenerlo de vuelta.