Un padre no es el que da la vida, eso sería “relativamente” fácil. Un padre es el que da el amor.   Christian Brenes Brenes, papá de cinco hijos, es claro ejemplo de esta frase.

Escrito por la periodista Wendy Arias Artavia/

En #PapásInspiradores de lizethcastro.tv compartimos la historia de este hombre de 49 años de edad que, con orgullo habla de sus cinco hijos: Christian de 28 años de edad, Caro de 27, David de 25, Jonathan de 20 y Samuel de cinco, quien los hizo vivir un proceso de adopción muy especial pues tiene parálisis cerebral.  

Don Christian, su esposa Carolina, con sus hijos y nieta

Nos cuenta Christian: “Vengo de una familia muy unida. Fui papá por primera vez a los 21 años, ahí era todo el anhelo de ir a los partidos juntos y verle crecer, un corazón lleno de ilusión que se hizo presente con cada uno. Tengo dos trabajando, dos estudiando, cinco nietos, y justo cuando no lo pensábamos, llegó Samuel, un recomenzar lleno de amor para mi esposa Carolina y yo”.

Un bebé con parálisis cerebral, “un milagro de amor”

Samuel, es un hijo nacido del corazón.  Su familia lo acogió cuando tenía diez días de nacido, con un diagnóstico de parálisis cerebral espástica (La espasticidad es un signo clínico asociado a lesiones del sistema nervioso central, más concretamente de la vía motora).

Hoy cinco años después, es el causante de las más sinceras sonrisas de sus padres. Un niño que en palabras de su papá, llegó a la familia correcta para él, siendo él, su más correcto milagro de amor.

“Cuando mi esposa y yo decidimos convertirnos en padres de Samuel, no dimensionamos todo lo que implica. Es volverse totalmente a ellos, equilibrar el matrimonio, comprometerse en tiempo y demás, pero definitivamente, ha sido una determinación llena de bendición. Conquista nuestros corazones todos los días, es super inteligente. Se comunica por un visor Tobii (dispositivo que lee el movimiento de las pupilas. De esta manera, las personas con dificultad motriz, logran manejar la computadora con los ojos y así se comunican). 

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“Samuel ha sido una determinación llena de amor”, confiesa este papá de 5 hijos

Continúa: “Es muy independiente. El primer día de kínder, el que estaba nervioso era yo, que preguntaba cómo lo íbamos a dejar ahí solo” – dice entre risas – Mi esposa es quién está siempre a su lado, es una mujer y madre admirable, y cuando yo llego del trabajo es una gran felicidad, son gritos de alegría”.

Agrega Christian con admiración hacia Samuel:  “Tenemos una bicicleta en la que yo pedaleo y él va en la sillita, eso le divierte mucho. Aprendemos con él, crecemos con él. Es hermoso ver cómo sus compañeros de escuela, se van convirtiendo en personas empáticas estando a su lado”.

Christian, asegura que Samuel ha llenado de luz sus vidas, en un camino preparado por Dios

El más pequeño de la familia, es descrito por su padre como un niño al que le encanta la lectura, asiste a clases de equinoterapia, terapia de lenguaje, hidroterapia y siembra amor en los corazones de sus compañeros de escuela. Cognitivamente está muy bien, sabe inglés y francés. 

Papá es quien ama, no quien engendra

“Ser un buen papá es muy diferente a ser un buen padre. Debe existir el compromiso de estar presente, de trasmitir conocimientos y valores, enseñar, corregir y poner límites. Yo no soy un papá perfecto, pues no venimos con manual, pero sé que ser papá es entregarse, teniendo claro que, la paternidad va más allá de una certificación en registro civil.  Papá es quien cría, no quien engendra. A todos los amo igual, porque los hijos son el motor y debemos amarlos como Dios nos ama”. 

Don Christian, su hijo Samuel y su nieta

Finaliza Christian diciendo:  “Papás, si Dios nos ha dado la bendición de ser padres, recordemos que se trata de ser un buen padre, no un buen papá. Dios irá marcando el camino”.