Kiara, que así se llama esta leona fue separada de su madre al poco tiempo de nacer porque ella lo repudió y no la alimentaba. Fue Adolfo quien se encargó de alimentarla, cuidarla, jugar con ella y ver que crecía sana y vigorosa.

Después de un tiempo sin verla así reaccionó al ver de nuevo a su padre adoptivo, a quien le dedicó una gran y efusiva bienvenida llena de besos y abrazos aparte de una gran lucha, por supuesto, cariñosa.

Estos animales al estar criados con personas la mayoría de ellos no se les puede dejar en libertad ya que al estar humanizados no sabrían ni podrían sobrevivir por si mismos.  Navegando me encontré estas escenas llenas de amor que no necesitan palabras pero que son amplias al dar el verdadero significado de las palabras agradecimiento y amistad.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

Comments are closed.