La mamá siempre se acuerda de todo: dónde están las medias, la camisa del colegio, la plancha, la cuchara de la sopa, la olla para hacer tamales que se usa una vez al año.  La mamá jamás olvida un cumpleaños de uno de sus hijos, y si se le olvida repondrá con un arroz con pollo, con una lasagna, con una olla de carne el contratiempo que la hizo no poder celebrar.

La mamá siempre se acuerda de todo, excepto cuando ya ni siquiera sabe quién es ella. Es ahí cuando a los hijos les toca recordarle que la aman, aunque se haya olvidado hasta de su propio nombre.  El Alzheimer evita que la persona que lo padece llegue a abrir un álbum y diga que ahí estaba en una celebración, con los que más ama.  Ese ladrón es tan hábil que encuentra formas de despedazar los recuerdos, porque se instala en el cerebro, ese panel de control que lo domina todo.  Entonces aparece vestido de guerrero,  el amor.

Navegando me encontré este video.  En la voz de este hijo es aún más dramática la nostalgia de saber que una madre ya no se acuerda ni de ella misma, le teme a todos porque son extraños en su tierra llena de olvidos.  Este es un hijo que sabe que a su madre vale recordarle, cada vez que puede, cuánto la ama. 

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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