Mézclate, ensúciate en el barro de todo aquello que quiere tu corazón y será convertido en obra de arte. Algún dia mis sueños fueron barro y una mano les fue dando forma. Mi mano, mi forma.
Al barro le pasa como a la oruga. Algunos despreciarán su apariencia más primitiva. Pero otros sabrán que solo es cuestión de tiempo para estallar en vida, en colores, en alas, en vuelo, en belleza total, en acción.
Ese primer chispazo, esa primer idea, esa inquietud recién nacida es tan importante como el siguiente y el siguiente y el siguiente paso.
Ningún ser humano ha nacido grande. Cada uno fue primero un punto en el vientre que lo concibió y ese punto extraordinario fue tan importante como lo que se organizó después atendiendo la convocatoria de la vida.
Asi que cada bola de barro que tenés en tu corazón está destinada a ser una locura maravillosa hecha poema, un sueño hecho canción, una escultura increíble, una empresa, un oficio, un negocio, un hogar.
No culpés a otros de tener mucho barro y pocas figuras en tu vida. Atrevete a darles forma porque nunca es tarde.
Mezclate sin miedo con tu barro. El es la esencia de tu triunfo.
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