Amiga, ¿ves el sol?. Yo no lo veo hoy. Por eso recurro a vos. Recordame cuánto valgo, que de pronto se me olvidó porque debajo de los escombros apenas puedo respirar.

Contame sobre mis proyectos, sobre mis sueños locos o mis planes cuadrados. Recordame las luchas ganadas y cuántos dragones maté para ganarlas. 

Ayudame amiga, sé la voz de mi fuerza que hoy ni yo misma escucho.  La tristeza me mete ruido y no logro el silencio necesario para convencerme de continuar.  Te ocupo amiga, ocupo escuchar que alguien cree en mí. 

Socorreme, amigo mío. Decime que respire, rescátame de la rendición de mis fuerzas y felicítame porque si me equivoque´es que estoy viva. 

Recordame cuánto valgo, por favor. Decime que jamás lo olvide porque eso es lo que me sacará de acá. Agradezco tu voz ahora que estoy muda; pronto nos reiremos juntas, pronto veremos juntas la luz que hoy vos sí ves.

Te recomiendo de Archivo:  Mi amiga murió de cáncer de mama

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

1 comentario

  1. Wendy López on

    Bello msj sin duda todas pasamos por momentos de oscuridad y las amigas acuden al rescate gracias por compartir tan bellos pensamientos..