Las malas decisiones no han sido culpa tuya.  Todo está bien con vos, Amor. Sos perfecto pero yo en mi aprender y aprender, me he equivocado.  Soy yo la que he confundido, disfrazado, justificado y enredado los conceptos.

Amor, te hablo a vos fuerza poderosa, voz genuina, aire fresco, abrazo sin dobleces, alma desnuda, respiro profundo, donación.

Amor, vos sos confianza, palabra sin misterios, perdón, sol nuevo de cada día, bondad, conversación honesta de corazones, apoyo.

Soy yo la que he bautizado con tu nombre otras cosas que se parecen pero no son: en vos, Amor, no hay vanidad, ni egos, ni manipulaciones, ni obligaciones ni mentiras.

Sos claridad, luz, milagro, sorpresa, compromiso alegre, riesgo que vale la pena.

Amor, vos también llorás, pero lo hacés con el alma porque te duele despedirte, porque das y das y a veces te devolvés por el callejón solito aunque no era la idea…Das pasos y en el camino te convencés de que te gusta existir porque siempre serás más fuerte que todo, naciste para ser invencible cuando sos verdadero y no ocupás que alguien te ponga ropa cara, ni joyas, ni zapatos de marca para hacerte valer. 

Te bastás por vos mismo sin alimentarte de nadie; crecés cuando te honran, te agrandás en la verdad, te celebrás en la alegría. 

Así que, todo está bien con vos. Creo en vos. Creo firmemente en vos. Amor, hagamos las paces.

Te recomiendo de Archivo: Amor que sana

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

Comments are closed.