Escrito por: Lizeth Castro
La vida es muy corta,
no la cortés más.
Es muy corta
como para preferir juzgar antes que acompañar,
odiar sea más importante que amar,
preocuparte te nuble el camino para encontrar soluciones
y llorar sea lo único que hagas.
Muy corta para posponer los sueños como si al calendario le sobraran páginas y a vos energía.
Muy corta como para sentirte poca cosa viniendo de Manos divinas y grandes,
muy corta para alargar la angustia,
asfixiar la esperanza del hoy porque hubo un pasado desesperanzado,
condenar la luz del presente por la oscuridad del ayer.
La vida es muy corta
como para que la cortés con tus miedos antes de la escena final,
antes de que te pidan dejar el equipaje aquí para viajar al mundo liviano de tu alma.