Cuando entré a la cárcel, yo buscaba un rostro que se pareciera al que mi amiga me dibujó: “Vea Liz, mi primo es el más guapo de todos. El más alto. El sabe que hoy venimos a verlo y se puso todo feliz. Vas a ver qué bien te va a caer”, me decía “suavizándome” la ida a un lugar al que pocos planean ir un domingo.
Ibamos mi amiga, la abuelita materna y yo. Visitar la cárcel no es agradable. En el “campo abierto” donde se reciben las visitas, se respira la prisión. Los barrotes están en los ojos de los que ven con ansias el portón donde hacen fila quienes vienen a visitarlos. Algunos presos tienen los ojos llorosos; en otros las lágrimas se guardan y no pueden rodar libres porque los demás dirían que eso es de cobardes. La prisión está en el alma.
El domingo, no es que haya menos barrotes sino que se da la sensación de que abrazar a alguien que viene, le devuelve a los presos un poco de la dignidad humana que han perdido.
En la fila, los guardias ven a la abuelita que viene con nosotros. La pasan antes que los demás, por ser mayorcita. Tiene casi 80 y va cargada con cosas que cocinó en la mañana.
Nosotras dos seguimos esperando en la fila y yo tengo ansias de conocer al primo de mi amiga porque con los relatos de ella sé que es una buena persona que tuvo un mal momento. Un pésimo momento. Un infernal momento. Y asesinó a alguien, en segundos de oscuridad, a un vecino, segundos de ira adobados por años de odio… El vecino está muerto y él está en la cárcel. No le valió haber ido a la universidad y graduarse con honores; no valió que mi amiga al sentir que odiaba tanto le dijera “Váyase del barrio, deje que el vecino haga lo que quiera, váyase”. Valió la dosis de suficiente odio para que ambos se dispararan… y hoy, en este domingo, estamos aquí visitándolo. “Mejor que la visita no haya sido al cementerio”, me había dicho mi amiga.
Cuando entramos, yo iba, por supuesto, con susto. Entonces en medio del ambiente cargado de culpas, de sentencias, de resentimiento, de cadenas, de gritos de dolor ahogados, ví el rostro del amor.
Ya adentro, supe a quién visitábamos porque sentí que todo se paralizó: había mucha bulla, mucho calor, los presos corrían a saludar, pero un hombre alto detuvo el tiempo para abrazar a su abuelita como si nunca lo hubiera hecho; como si fuera un niño rescatado y de ahí dependiera su felicidad. Un hombrón agachado, enorme, guapo, abrazándose a la mujer que sigue creyendo en él.
Este era un domingo más en que ambos se veían pero para este hombre verla a ella con la canasta de gallo pinto frío, preparado esa misma mañana, era un acto de amor y los actos de amor desinteresado no son comunes.
Nos acercamos y él le decía “Gracias por venir. Te amo mucho”. Ella vuelve a ver que estamos cerca y me dice “Siempre me dice que me quiere mucho”, se vuelve, “¡Cómo no voy a venir a verte mi amor!, todos los domingos mientras esté viva”. Y él se conmueve pero se distrae con nosotras y nos saluda.
Ese abrazo siempre lo recuerdo y si lo dibujara trataría de mostrar una enorme cueva oscura y colándose en el techo viejo y quebradizo, un rayo de luz. Así se ve el amor. Es brillo. No importa qué haya alrededor. Es luz. Porque viene del alma y esa luz no se apaga.
Yo que soy muy llorona traté de respirar y calmarme. Muy cortés me da la bienvenida y me dice “Mucho gusto, Liz. Venga. Aquí tengo unos asientos reservados en el V.I.P.. Hoy el clima está bonito” y se ríe, pero su risa es bella, libre, ancha, como si nada pasara, como si reírse de sí mismo suavizara la lija que le raspa el alma todos los días.
Ya en la mesa de madera, la abuelita le advierte que no tiene que fumar porque eso es malo. El nos guiñe un ojo y la vuelve a abrazar “No, no se preocupe. Yo no fumo”. Y ella sonríe porque le gusta lo que escuchó aunque creo que en el fondo sabe que eso es casi imposible ahí.
Ese domingo cantamos, conocimos a su mejor amigo a punto de salir de prisión; comimos gallo pinto y tortillas palmeadas de la abuela. Ese día rozamos el amor incondicional que no espera nada a cambio. Ese día le ví al amor su rostro luminoso, incandescente y jamás se me olvidará: en prisión conocí el rostro del verdadero amor.
Te recomiendo de Archivo: Amor más allá de la memoria
56 comentarios
hermoso….gracias por mostrarnos al amor…solo el señor es perfecto. muchas veces no valoramos lo que el nos da…..esos actos de amor los vemos de larguito porque se anteponen las carreras diarias, las preocupaciones, muchas otras mas……Bendiciones.
Bellísimo,una abuela a veces ama como una madre.
Muy linda reflexión y muy cierto entrar ahí hay que tener un Corazón muy fuerte.
Liz,me transporte con usted a esa visita y hasta se me aguarón los ojos.
Como no amar y querer a esa abuelita tan linda y con un gran amor incondicional por ese muchacho.
Eso le da paz y tranquilidad a ella Dios la bendiga.
Muy bello mensaje Liz gracias por compartirlo
Es una triste realidad la gente que no ha vivido eso de tener un ser querido ahí no sabe en carne propia lo que una madre sufre de verdad pero es más grande él amor de madre que cualquier cosa. Definitivamente una cruel realidad en esta bendita sociedad.
Bellisimo mensaje 😍siempre aun en momentos dificiles habra un angel q ayude alivianar la carga.Bendicioenes a esa hermosa abuelita. Dios todo poderoso los ayude a enfrentar este proceso doloroso y pronto puedan salir d el.Lo mas importante es agradecer a Dios aun en medio d tan triste historia pero q a la vez da un mensaje d amor incondicional gxsa Dios x las abuelitas.😇🙏🙌🏼😍
Sin palabras
Liz… qué profundo mensaje. Gracias por compartir.
Excelente Lizeth, ojala los seres humanos aprendieran más de la sabiduría de los adultos mayores
Opsss se me estrujó el corazón, y unas lágrimas asomaron, no soy nadie para juzgar, todos cometemos errores. Que amor tan puro, amor de abuelita de canas sabías.
Hermoso sin palabras,amor es amor….pero el verdadero y puro eso si es amor……
Pocas veces leo tus historias no porque no me gusten sino por falta de tiempo. Pero hoy lo tuve y es imposible no llorar al leer ..sólo imaginarme a esa viejita y a ese hombron.. hundirse en ese abrazo se me conmueve el corazón. Otra cosa que me encanta es la forma en cómo escribes. Excelente periodista..
Así es,linda reflexión…
Uno a veces encuentra el amor en los lugares que menos se lo espera una historia muy bonita de amor
Que linda historia no cabe duda el amor mas sincero y desinteresado no tiene barreras😍😘
Es más que humanidad ver el amor detrás de unas rejas y de la libertad quitada por un gran error.
Tan hermoso. Realmente inspira.. Amo mucho a mi pareja pero a veces por x o y situación deseo estar sola, terminar la relación y con está historia tan real, recordé que mientras haya amor y estemos ahi el uno para el otro, todo va a ser mejor..
Que hermoso el amor porque se da sin esperar nada a cambio …me encantó el relato…es el amor de una madre incondicional
Que bella historia, demasiado buena.
me encanto y pude sensibilizar ese relato en ese lugar tan frío
un poquito de calor humano
El amor verdadero no siempre se encuentra en lss mejores condiciones pero cuando se encuentra bajo circunstancias así es el mas puro y desinteresado.
Sin duda alguna el amor más puro es el de nuestras abuelas, ellas nos abrazan y nos aceptan con todas nuestras virtudes y defectos. A pesar de que a veces les fallamos, ellas siempre van a estar ahí apoyándonos 💕💕
Se me pusieron los ojos llorosos. Que linda historia.
Un amor sincero incondicional es lo que refleja está experiencia, amor que sin importar lo que ha pasado no disminuye por el contrario se fortalece más cada día
Muy bonito , hay que valorar a aquellas personas verdaderas que se acercan a nuestra vida y en el paso del tiempo dan un giro especial
Hermosa historia,deja mucho que pensar
Una historia realmente conmovedora. El amor de nuestros padres y abuelos es infinito….
A pesar se las circunstancias siempre gana el amor incondicional y verdadero !! Gracias por una historia más, todas son hermosas
Así de hermoso es el amor! ❤️
Como usted lo dijo,no quiere decir que todos los que están en las cárceles son malos,sólo con momentos malos,aveces se toma decisiones precipitadas ,que nos pasan la factura ,y nos privan de nuestra libertad,bella historia lo maravilloso es que aún en el lugar en que se encuentra ,no ha dejado de soñar y sonreír.
Ay Liz, que historia …. La leía y la visualizaba. El amor ya lo tenía solo que ahora va al encuentro, a veces solo en los momentos de oscuridad es cuando realmente lo podemos ver.
Maravillosa historia. Cuando amamos verdaderamente no importa las circunstas, ni los lugares. Es amor puro.
Que hermoso mensaje. La sensibilidad y solidaridad son claves para expresar el amor
Cuanto candor hay en estas palabras, el valor de un abrazo, el calor que la mirada de una persona que nos quiere puede transmitirnos en momentos de tribulacion, casi pude ver ese momento, esos ojitos humedos de la abuelita, tratando de en ese abrazo calmar el dolor y la soledad de su nieto, el poder de una abuelita, suplir la libertad y la soledad que este muchacho debe sentir por haber perdito todo ante un momento de ira, que cambio todo, y luego al salir uds, agitara la mano despidiendose, pidiendo al tiempo que vuele, para que otra vez sea domingo y sentir consuelo. Dios primero algun dia pueda tener ese abrazo fuera de esos barrotes.
Como dirían por ahí donde menos se lo espera salta la libre, muy valiente ir a compañar a una amiga visitar un primo a prisión.
Que historia más bonita, tantas formas de amor pero está derrite el alma, ese amor incondicional que llena y cambia todo alrededor, es algo que no se puede explicar con palabras ya que es tan puro y “mágico” que solo se siente cuando se expresa.
Gracias por compartir esra historia tan hermosa…solución y medicina para muchos problemas y enfermedades, rl amor.
Se ve el amor sincero, especialmente porque es la abuela, yo soy Abuela y sé que es un amor incondicional, sincero, tranquilo, que acompaña, muy bello mensaje y debemos saber que ese amor existe, muy cerca de nosotros
En las visitas a la cárcel se ve el verdadero amor mutuo, se deja atrás la etiqueta, el conocimiento, la profesión, el que dirán.Nada de eso importa cuando se tiene un ser querido limitado de la libertad. Uno se quiere comer vivo a ese ser amado y al regreso lágrimas reales, dolor en el alma e impotencia es lo que se siente. Pero debe responderce por un hecho que en la mayoría de las veces se realizó en un segundo, sin pensar en las consecuencias. Recordar siempre que son seres humanos y que también merecen un poquito de atención.
Muy linda historia y una dura realidad de la que muchos no caemos en cuenta.
Definitivamente el amor puede aparecer en cualquier lugar. Muy bonita historia.
Uy emotivo ese mensaje que triste saber que hay millones de personas que viven así , miles de familias con un corazón dividido unos en casa y otros sin su libertad , el amor de la familia es lo más hermoso 💓
La cárcel debe ser algo muy duro y a pesar de las circunstancia que lo llevaron a estar ahí la abu nunca lo abandono y por siempre le ofrece el amor y más. El amor va más allá de unos abarrotes.
Excelente reflexión! El amor llena de luz, aún en los rincones más oscuros. Un abrazo fuerte llena de alegría la vida de cualquier persona y el amor de la familia nos hace sentir cargaditos de amor.
Liz,me transporte con usted a esa visita y hasta se me aguarón los ojos.
Como no amar y querer a esa abuelita tan linda y con un gran amor incondicional por ese muchacho.
Eso le da paz y tranquilidad a ella Dios la bendiga.
No puedo menos que decir gracias Lizeth xq cada historia única y valiosa nos nutre el alma de esperanzas , de amor , fe y valentía. La vida es dura pero vale la pena seguir andando y Eso es lo que trasmiten tus publicaciones. Gracias de nuevo. In abrazo
El amor de una abuelita
Bellisimo mensaje gxs a Dios x las abuelitas amor incondicional😍😍😍Dios todo poderoso les fortalezca y ayude a salir bendecidos d tan dificil momento.
Ese es definitivamente el verdadero amor inco dicional que nos habla el Señor… Relacionado con el amor de madre que todo lo puede… Hermoso bendiciones
Me identifiqué con la historia. Las abuelas tienen un don de dar amor sin esperar nada a cambio, de darte un consejo en el momento justo, de creer en uno tal vez cuando muchas personas lo han dejado de hacer… Él es muy afortunado de tener una abuela como ella… Definitivamente es el acto de amor más puro…
Es en ese lugar donde conoces quienes son los q te aman….hermosa historia me hizo transportarme a esa cárcel y sentir esos sentimientos de amor y bondad
Ojalá más personas pudieran ir a visitar tantas almas q solo necesitan amor y algo de comprensión
Hermosa historia! Ese es un amor verdadero.
El amor es libre he incondicional con miles de colores y matices pero puro es el amor de madre de abuela.
Que duro, pero definitivamente en momentos como ese, son los que de verdad te aman los que se mantienen contigo.
El amor tiene muchas caras, pero cualquier que sea, si es amor real es a prueba de todo!
Detrás de esas rejas hay tantas historias, juzgar sería sólo una burla. Ese amor sólo lo conoce quien persona y tiene fe.