Feliz, sí, pero quisiera más que este año te hagás más fuerte. Que los sueños que tu corazón convoque, sean defendidos por vos con pasión.
Que te rodee lo bueno, que te cubra la fe, que te sostenga el amor por la vida aunque en algún momento no sea como la pensabas.
Que veas desde el agradecimiento tu vida y todo lo que te sucede y lo que no; y desde ahí observés todo lo que sí te acompaña.
Que te sean dadas muchas bendiciones, pero sobre todo que las busqués sin rendirte.
Que vayás todos los días adentro de vos donde están el perdón y la tolerancia con tus propios errores.
Que no dejés de asistir a la escuela de la vida donde a veces tendrás notas de excelencia y muchas otras repetirás hasta aprender.
Que el 2018 sea tu año porque aún en la pérdida podrías ganar y que tus enemigos lleguen tarde a la repartición de tus alegrías (incluidos los enemigos que viven dentro de vos).
Que no te falten esas cosas extraordinarias como respirar, correr, abrazar, sonreír, llorar, intentar, moverte en la luz con tu propio brillo y en la oscuridad con tu propia luz.
Que la violencia muera antes de que te toque y que las palabras que puedan destruirte mueran de sed apenas alguien las piense para vos.
Que el dinero te alcance para realizar sueños pero que no te sobre para que te perdás en pesetas que valen menos que tu verdad, tu dignidad y tu libertad.
Que el Dios que creó la Bondad ejercite su Amor infinito con vos los 365 días del año.
Feliz 2018! Bendiciones.
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1 comentario
Lizeth como siempre inspirando. Que su reflexión permanezca en nuestro ser siempre