Pregúntele a Kenisha White qué país conoce, y saque el rato para escuchar las maravillas que han visto sus ojos. Pero aunque todo era estabilidad, el COVID-19 dejó sus ingresos en cero y tuvo que reinventarse.
Su trabajo en limpieza general y como bartender en cruceros, fue su fuente ingresos por 18 años, pero al llegar la pandemia, Kenisha White Watson, se quedó sin empleo.
Fue entonces, cuando esta mujer de raíces limonenses, decidió emprender y hoy es la sazón de su cocina, la que hace que ella y su familia, se mantengan en pie.

Kesiha trabajó durante 18 años en cruceros y hoy se ha reinventado
“Lo más difícil es la confianza en una misma”
En lizethcastro.tv conversamos con Kenisha, quien cuenta cómo logró romper la desconfianza en sí misma para abrirse camino: “Empecé en barcos desde los 22 años, me iba por ocho meses y regresaba por dos o tres meses. Hasta que, estando de vacaciones en mi casa en Limón, todo se detuvo por el Covid-19. Me preguntaba qué haría y empecé a cocinar. Lo más difícil fue tener la confianza de que podía hacerlo, pero todo lo que una se propone lo logra con esfuerzo y con Dios en medio”.
Esta mujer de 40 años de edad y madre de dos hijos, escuchó el consejo de una amistad y se animó, empezó a hacer parrilladas, sopa, canelones y lasagña en casa para vender.
Publicó los platillos en sus redes sociales y los pedidos empezaron a tomar fuerza.

Keisha vende diferentes platillos que prepara en su casa
¿Cómo nació el talento en la cocina?
Ella nos cuenta: “Mi mamá me enseñó pequeñita y luego fui aprendiendo solita. Ahora si tengo duda de algo, como por ejemplo el rice and beans, le pregunto a mi abuelita y ella me da algunas recomendaciones”.
Tras dedicarse por tantos años a trabajar en cruceros, tomar un nuevo rumbo no fue una tarea sencilla, sin embargo, era un anhelo que siempre existió.

El Rice and beans no puede faltar en el menú de esta emprendedora
Continúa: “La vida en Cruceros es maravillosa, estuve en lugares como: Europa, Estados Unidos, el Caribe, Dubái y más. Me relacioné con muy lindas personas. Tuve un gran crecimiento profesional y conocí a mi esposo, quien era camarero y también perdió su empleo. Con la falta de trabajo me replanteé cocinar, escuché el consejo, seguí mi corazón y ahora, si todo va bien, pienso quedarme”.
Actualmente Kenisha, quien vive en Cieneguita de Limón, cocina diferentes platillos los martes, jueves y domingos, recibe pedidos para comidas de pocas o muchas personas. Su siguiente paso es ahorrar y abrir las puertas de su propio restaurante. Puede contactarla al número 8853 3422.
Periodista Wendy Arias.