Eran madre e hija, las mejores amigas, “mi mano derecha”, dice doña Clara sobre su hija Lucîa. 

Un mes y tres semanas luchó Lucía por su vida en el Hospital Calderón Guardia, tras ser atropellada junto con 3 amigos ciclistas, la madrugada del 29 de enero de 2017.  Ellos se dirigían hacia las faldas del Volcân Irazú, pero la velocidad de más de 100 kilómetros del Mustang que los embistió no les permitió ver ningún amanecer más en su vida.

El responsable de la muerte de los 4 ciclistas, Daniel Mora Monge logró conciliar con 3 de las familias que perdieron a sus seres amados,  pero no lo logró con la familia de Lucía.

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Lucía era una ciclista apasionada

Lucía era una ciclista apasionada

“Nos ofrecieron 50 millones de colones si no íbamos a juicio”, cuenta la madre de Lucía, “pero si yo aceptaba, ese dinero me quemaría las manos. No lo soportaría. La vida de mi hija no tiene precio”, subrayó doña Clara.  Así que, esta determinación de la familia de Lucía hizo que existiera un juicio. “Es que él tenía que saber que los mató, que me mató a mi hija, que ella ya no está es culpa de él”.

El Tribunal definió en el juicio por la muerte de Lucia que Mora Monge, conductor del Ford Mustang que los atropelló y los mató  iría 7 años a prisión. 

Posteriormente, los jueces dictaron casa por cárcel para el hombre que acabó con la vida de Lucía.  Estando en la sala de juicio, cuenta doña Clara que Mora se acercó “y me dijo llorando perdóneme por favor, perdóneme doña Clarita“.  ¿Y qué hizo ella? “Es que Jesùs perdonó llorando en la cruz. Si El lo hizo, cómo no voy a perdonar yo”, afirma. 

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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