Escrito por Wendy Arias, periodista.

La meta está clara. Lisa, la mayor de dos hermanos,  tomará un avión en agosto rumbo a Portugal, donde estudiará por un año gracias a una beca.

La joven de 17 años,  es estudiante con record académico en el Colegio Tecnológico de Liberia, institución a la que se ingresa tras realizar una prueba de admisión para cursar únicamente el décimo y undécimo año.

Lisa, hace un recorrido de más de una hora para llegar a sus clases. Se levanta antes de las cinco de la mañana, se alista y prepara sus cosas para tomar un bus a eso de seis de la mañana rumbo a su lugar de estudio. Algunas veces, sale de clases hasta a las siete de la noche, para llegar a su casa a estudiar y hacer tareas. “Desde sexto de la escuela yo quería entrar a este colegio y mis papás siempre me han apoyado en todo, son maravillosos”, asegura con orgullo la joven.

Pero la sed de triunfo de Lisa no quedó ahí, concursó para obtener la beca de la organización AFS Programas Internacionales y la logró. “Nada es fácil, soy testigo de eso, pero si uno quiere se puede. Cuando hice la prueba para ganar la beca estaba muy nerviosa, son muchas entrevistas, pero mi corazón me decía que lo iba a lograr y gracias a Dios así fue”, Dice Lisa

Sin embargo, a pesar de ser un beneficio por excelencia académica, la beca cubre el  70% del costo total y la familia tendrá que costear el 30% restante, se trata de un millón trecientos mil colones aproximadamente.

Don Germán Alvarado, padre de Lisa, trabaja como chofer en una ferretería y doña Paula Ledezma,  su madre, es secretaria en una constructora. Desde que supieron que su hija obtuvo el beneficio realizan todo tipo de actividades que les ayude a cubrir los gastos. “La tuve de 16 años y hoy ella con 17 años nos llena de orgullo. El sentimiento no nos cabe en el pecho, le dijimos que íbamos a hacer lo que pudiéramos para que viajara. No somos de plata, pero unidos vamos a lograrlo, hacemos rifas, vendemos comidas y hasta bingos. A los hijos no se les debe limitar, tienen que soñar y con Dios primero todo se alcanza”, Asegura doña Paula con la voz entrecortada.

Lisa no se queda de brazos cruzados, no le molesta acostarse más tarde de lo normal y madrugar haciendo repostería para llevar al colegio y  venderla. “Hago queque de chocolate y lo vendo a mis profesores y compañeros, me ha ido muy bien. Yo siempre he soñado con esto y me he preparado para logarlo, ahora no lo voy a dejar pasar”, asegura Lisa, quien se ve en el futuro como toda una médico forense.  Para quienes deseen ayudar a que esta joven prometedora cumpla su sueño, sus padres dan el teléfono 83765355.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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