El anhelo de convertirse en padres llevó a una pareja de ticos hasta Guinea-Bisáu en África.
Los planes originales eran que tras encontrarse con Neythan, su hijo de corazón, regresarían a Costa Rica para continuar su vida de familia en territorio nacional.

Neythan y sus papás ticos no han podido salir de Africa
Sin embargo, el Covid-19, el cierre de fronteras y las medidas para evitar la propagación del virus, han impedido su regreso y ya cumplen casi 4 meses de estar varados en el Viejo Continente.
Alegría por su hijo, angustia por la pandemia
Karina Martínez, su esposo John Useche y el pequeño Neythan, se encuentran en un aposento que les habilitó Casa Emanuel (Organización africana donde se dio la adopción). Estando allá, ella recibió la notificación de que fue despedida de su trabajo y él fue notificado con suspensión temporal laboral.
Los recursos económicos se van agotando, la incertidumbre se hace presente, pero la alegría de estar con su hijo, les da la fuerza para seguir adelante.
Esta enfermera de 35 años, contó desde Africa, vía telefónica a lizethcastro.tv cómo vive en otro continente, y el sentimiento único de ser madre, mientras el corazón se inquieta por no poder regresar a su hogar en Alajuela.
Los pasos inesperados como familiar
Karina relata: “Siempre anhelamos adoptar, incluso desde antes de casarnos. Cuando nos dieron su nombre, edad y una foto, esperé con ansias llegar a verlo. Es como estar embarazada, pero sin pancita. Cuando lo conocimos supe que Dios sabía que nosotros seríamos sus padres y él nuestro hijo”.
Karina viajó el 17 de febrero a África. Dos semanas después, su esposo se unió a ella. Estarían unos días allá finiquitando trámites y regresarían a Costa Rica el 17 de marzo, pero el cierre de fronteras por la propagación del COVID-19, no lo permitió.

Karina, John y Neythan debieron regresar hace 4 meses
Nos dice: “Dios quiso que fuera aquí donde diéramos los primeros pasos como familia. En estos meses nuestro hijo aprendió a caminar, cumplió su primer año y celebramos con los niños de la fundación, lo cual será un recuerdo inolvidable”.
El regreso a casa se convirtió en misión imposible, debido a la pandemia que ya ha matado a más de medio millón de personas en el mundo.
Continúa Karina: “Todos hemos cumplido años aquí y hemos aprendido mucho. Es difícil, porque queremos volver, pero es incierto cuándo. Estando aquí nos quedamos sin trabajo y siempre hay cosas que pagar. La cónsul nos ha ayudado mucho, pero necesitamos un vuelo en el que las conexiones coincidan y no ha sido posible. Vivimos con amigos que nos depositan lo que puedan desde Costa Rica”.
Difícil travesía de Africa a Alajuela
El único consulado costarricense en África está en Kenia, lo que dificulta aún más el proceso.
Para regresar al país, la familia debe volar a Europa, donde permanecerían máximo 24 horas (tiempo permitido en pandemia por las leyes europeas) y luego realizarían una escala a Costa Rica en un vuelo humanitario. Sin embargo, lo horarios no han coincidido y no se han dado los permisos correspondientes.
Mientras tanto, cuentan con todas las manos amigas que gusten colaborar.
Aquél que desee unirse para ayudar a estos ticos, varados en el Viejo Continente, lo puede hacer por SINPE MOVIL al número: 8931 8879 de Karina. También la pareja tiene una cuenta de Davivienda: CR11010402346645573018 a nombre de Karina Andrea Martínez Ceballos. Cédula 800970767.
Periodista: Wendy Arias