“Hola Lizeth, le escribo porque tengo un problema mi hija tiene 33 años, es profesional, no ayuda en la casa y yo por evitarme pleitos no le digo nada. La verdad que yo no necesito ayuda económica, tengo un buen trabajo y me va muy bien. Ella tiene como un cuarto aparte tiene un novio y el muchacho se empezó a quedar, primero un día, luego dos días, a veces pasan 15 días seguidos y ya eso sí me molesta porque la confianza ha llegado a tal punto que yo me levanto temprano y el novio de mi hija me dice “Lita me hace unos huevitos” o “Me sirve un café” y no compra pero ni un bollo de pan. Lizeth le he reclamado a mi hija estas cosas y le pido que por favor se ordene, que esto no puede seguir así y entonces se enoja, me dice que si yo sigo en esto se va a ir y yo la verdad le dije que se fuera. El problema es que mis otros hijos que ya están casados y mi mamá me traen debajo del zapato y dicen que yo soy la intolerante, pero yo creo que hice lo correcto. Yo tengo novio y mi hija dice que acaso ella opina sobre él?, pero es diferente porque es mi casa, es mi salario, es mi vida y ella es la mantenida, pero me pregunto si hice bien”

El Dr. Rafael Ramos, Director del CEDHI, aconseja:

  1. Querida amiga lectora, probablemente después de leer esto también sus otros hijos, la abuela y todos los involucrados se van a enojar conmigo porque estoy completamente de acuerdo con la forma suya de actuar: usted tiene derecho a poner reglas en la casa y me parece que lo que está pidiendo es cooperación financiera, respeto a la privacidad y aporte económico, esto yo lo veo razonable y viable.
  2. Ahora es muy probable que usted no le haya puesto límites a su hija puesto que tiene 33 años y no aporta absolutamente nada, esto es un grave error pero yo siempre he dicho como psicólogo que nunca es tarde para poner un límite. Si a una persona no le gusta la propuesta ya desde su adultez, su salario y su independencia, puede buscar otro camino para que la relación se mantenga sana, porque a veces ya la convivencia de adultos empieza a chocar y es mejor que cada quien  busque su espacio físico.
  3. Ahora, si los hermanos están en desacuerdo, si la abuela está en desacuerdo incluso se le puede hacer la propuesta de que ellos sean quiénes la reciban y convivan con ella y con este muchacho que pide desayuno como si estuviera en su propia casa.
  4. Ahora usted no está prohibiendo la convivencia con el novio, usted no está opuesta a la relación, usted lo que está diciendo es que lleguen a acuerdos y si su hija no es capaz de abrir la posibilidad de negociar en función del beneficio de todas las partes pues entonces que busque su espacio y desarrolle sus propias reglas y así retornamos a la paz.
  5. Su hija tiene casi 40 años, no se deje manipular, asuma una decisión y enséñele una buena lección porque ella es una adulta.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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