Escrito por Jovel Alvarez, periodista costarricense radicado en México./

No les voy a mentir. Escribo con miedo.
Cayó la noche en la Ciudad de México, en la televisión veo y escucho el caos de las labores de rescate que se complican entre la oscuridad y una leve lluvia.
Hoy, el día en que recordamos una de las peores tragedias de la historia de México, vivimos otra.
Si me equivoco al escribir, le pido que me disculpe. Le escribo con el alma, con las manos temblorosas y en las breves pausas que tengo de mi trabajo para poder compartirles.
Una hora antes del temblor habíamos vivido un simulacro, mismo que se hace todos los años el 19 de septiembre para recordar aquel día que hace 32 años puso a esta enorme ciudad de rodillas.

Comenzó el temblor…

Tuvimos que salir. Nos habían indicado que por el piso en el que nos encontrábamos debíamos subir a la azotea. Lo intentamos, pero el movimiento era tan fuerte que las personas caían. Era casi imposible mantenerse en pie. 
Ayudamos a una compañera. Llegamos a la azotea. Esa era nuestra “zona segura”, aunque mi lógica me indicaba que era todo lo contrario.
Vimos el panorama: nubes de polvo por doquier. Se asomaba la tragedia. Las manos tapaban las bocas. La respiración agitada de todos parecía ser una sola.
Bajamos, la oficina estaba de cabeza.
Bajamos por las escaleras y cada piso que bajaba me dejaba ver daños mayores.

Primeros segundos tras el terremoto

Reportero al fin, me fui a caminar a la colonia Roma Norte. Vimos heridos en la calle, zonas acordonadas, hospitales evacuando, un carro aplastado por una reja.
Me impresionó el orden con el que un kínder evacuó a sus estudiantes. Un verdadero ejemplo de civismo.
México estaba preparado, pero la sorpresa y la intensidad nos sobrepasaron.
Fugas de gas por toda la ciudad, prohibieron fumar, encender electrodomésticos, cocinar.
La parte física de esta urbe está paralizada, pero las personas sacaron nuevamente ese espíritu solidario que hace 32 años los dejó en la gloria.
Termino este breve relato con el anuncio por parte de las autoridades de 149 fallecidos. La cifra seguirá creciendo, nosotros seguiremos informando.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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