La conocemos como “la tía”, una forma cariñosa de llamarla desde que formó parte del programa A Todo Dar. Años más tarde llegaba a los hogares a través de la pantalla chica gracias a Informe 11 y luego fue uno de los rostros de Más que Noticias, de Canal 7. Es reconocida por su talento en cámaras, su sonrisa y la empatía y carisma con la gente. Sin embargo, hoy, a través de los ojos de sus hijas, conoceremos a Mauren Salguero como mamá.

Ariel y Daniela son las hijas de Mauren Salguero
Ellas son, Ariel de 21 años, estudiante de criminología y Daniela de 18 quien está iniciando su carrera en el Instituto Tecnológico. Dos hermanas con preferencias distintas, pero que coinciden al describir a su madre, cada una a su manera.
La mayor nos relata: “Sé que todos decimos mi mamá es la mejor del mundo, pero de verdad, la mía es un ejemplo gigante a seguir, con una personalidad impresionante. Una mujer luchadora que siempre destaca lo valioso de los demás, que ve un obstáculo y busca la manera de superarlo, nunca se rinde”.
La hija menor, entre risas comenta: “Es la persona más piso´e tierra del planeta, es auténtica, no hay mujer más ceñida que ella, lo que se propone lo logra. No pierde ese niño interior, siempre tiene una sonrisa que regalar y enfrenta los problemas con fuerza”.
Fue a los 25 años cuando Mauren se convirtió en madre por primera vez. Para ese entonces, ya se había graduado en teatro y dado sus primeros pasos en las tablas. Luego pasó a la televisión y la radio. Ahora, a sus 47 años, alejada un poco de las cámaras, se dedica a terminar la carrera de derecho. ¿Y qué será lo que más admiran de su mamá?

Mauren Salguero tuvo su primera hija a los 25 años
“Lo que más admiro de mi madre”
Daniela nos cuenta: “Estudia como nadie nunca en la vida, eso es algo que me encanta de ella. También ese rol que ha hecho de la mejor manera, no hemos necesitado de un papá para salir adelante. Mi hermana y yo somos muy afortunadas y somos lo que somos, gracias a ella. Otra cosa que debo destacar es el tiempo que dedica con amor a mis abuelos y a ayudar a la gente. A mí me gusta apoyar a las personas que lo necesitan y es porque mi mamá lo hace siempre”.
Por otro lado, Ariel especifica que lo más sobresaliente de su madre es el corazón que le pone a las cosas, al estudio, el trabajo y la familia. “Claro que la he visto llorar muchas veces y también estar un poquito enojada, pero ella sabe bien cómo manejar las emociones de modo que no afecten a los demás y vuelve a sonreír rápidamente. Ella camina de la mano de Dios. Admiro que siempre encuentra la manera para divertir a las personas. Con mami no es necesario hacer algo extraordinario para pasarla bien”.
Las travesuras que más las unieron
Las hermanas también coinciden al mencionar cuál era la más traviesa y cómo resolvían aquellas anécdotas. Ariel echa un vistazo al pasado y entre risas nos dice: “Mami está loca, en el buen sentido; cuando pensaba que me iba a regañar, no lo hacía y entraba en el juego, si estábamos desordenando, desordenaba con nosotras. Recuerdo que una vez, junto a mis primos y mi hermana quebramos un jarrón que había traído de un viaje, lo pegamos con goma loca y nunca supo, se dio cuenta hace como dos años, porque nosotros le contamos. O éramos muy buenos en las manualidades o no le daba importancia a esas cosas”.
Y continúa: “Lo cierto es que cuando tiene que llamar la atención lo hace explicando, por ejemplo: no me dejaba ver algunos programas de televisión y yo escondidilla los veía, cuando me pescó pensé que me iba a quitar el tele, me dije: ahora sí, cero tele, pero no, se sentó a decirme porque no debía verlos muy relajada. Yo le digo que yo no podría ser mamá de nosotras dos, pero ella sí, porque es ella”.
Un regalo muy particular
La hermana mayor, asegura que Daniela es la más traviesa y ella lo reconoce: “A mami le encantan las colonias y las cremas, entonces un día se me ocurrió que quería hacerle un perfume especial y revolví todas las que tenía. Yo me sentía feliz con el regalo, cuando llegó me lo recibió con todo el cariño, no se enojó y hasta se lo probó, probablemente después lo botó, pero yo nunca supe”, dice riéndose.
Agrega: “En otra ocasión me llevó al poli a andar en bici, el perrito se fue y ella fue por él. Me pidió no andar en la bicicleta, pero adivinen, yo hice lo contrario, me topé con un muchacho y bueno, me despedacé hasta el alma. Ella me curó y fui a una premiación que tenía como si nada, toda vendada y ella, sin enojarse”, recuerda.
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Dentro y fuera de la tv, la genuina, la de siempre
Las raíces de Mauren Salguero son sancarleñas, sin embargo, creció en las cercanías de Hatillo Dos, donde vive actualmente junto a sus hijas. Ambas jóvenes aseguran que la sonrisa y espontaneidad que transmite “La Tía” en televisión o cuando se le encuentra en un lugar público, es tal cual en su casa. Ariel disfruta de los momentos que comparten juntas, así sean las 10 de la noche, pues son de risas y de contar historias. Además, afirma que con su novio, “es una suegra calidad”. Daniela adora cuando comparten películas y helados.
Al hablar sobre cómo ha sido crecer con una mamá reconocida por la gente, las muchachas concluyen que lejos de ser molestia, es un motivo más de orgullo, pues su madre lo ha manejado muy bien. Ariel, con voz llena de gozo dice que le encanta que se la “piropeen” y Daniela que están acostumbradas y felices de compartirla con la gente que le guarda cariño.
Escrito por Wendy Arias, periodista.