“Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera. El amor nunca falla. Desaparecerán las profecías, las lenguas cesarán y tendrá fin la ciencia” I Corintios 13, 7 – 8

Como muchos, ellos se prometieron amor eterno en el altar. A los diez años de casados, una intrusa vino a quedarse sin ser invitada: la esclerosis múltiple.  A Cristina ya le cuesta hablar y en su silla de ruedas logra movilizarse.  Tony, su esposo, está más enamorado que nunca, de ella.

Esta es la historia de una pareja que honra aquello que muchos dicen, sin advertir el profundo alcance: “SÍ, prometo amarte en la salud y en la enfermedad”.

Escrito por la Periodista: Wendy Arias, para lizethcastro.tv.

El inicio de la aventura

Sus miradas se cruzaron siendo jóvenes, cuando apenas cursaban sus estudios universitarios. En medio de una broma él le dijo que sería su esposa y ella sonrió;  ambos desconocían que aquella crónica de amor empezaba a escribirse justo ahí, en el pretil de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Los protagonistas de esta historia de nuestra revista digital lizethcastro.tv en el especial #Elamortodolopuede, son Tony Gazel y Cristina Joseph, un matrimonio que suma 33 años caminando juntos, aprendiendo el uno del otro, en medio de la enfermedad, la sabiduría, la comprensión y el ingrediente principal: la fe.

Dueños de una gran complicidad, Tony y Cristina, recuerdan su sí ante Dios como el momento más importante de sus vidas. (Cortesía Tony Gazel)

Don Tony, de 57 años de edad, recuerda: “Le propuse matrimonio medio en broma y se fue un año a estudiar a Estados Unidos. Luego me contaron que regresó y la invité a salir.  Desde ahí fuimos inseparables, nos vimos todos los días hasta formalizar el noviazgo en julio de 1985”.

A los casi cuatro años, aquella broma se hizo realidad y el 5 de agosto de 1989 unieron sus vidas en matrimonio. Su familia creció, dando vida a Viviana (31 años), Paula (29) y Lucía (26).

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Todo marchaba bien: viajaban, trabajaban, disfrutaban, hasta que, cerca de cumplir diez años de casados, la enfermedad tocó a la puerta y el amor se puso a prueba.

Los prim

Los primeros años de matrimonio transcurrieron con normalidad, sin sospechas de enfermedad.              (Cortesía Tony Gazel)

Esclerosis múltiple: una enfermedad que roba la movilidad, no el amor

Tras un paseo a la playa, Cristina perdió movilidad en sus piernas; luego de muchos exámenes médicos, el diagnóstico fue Esclerosis múltiple (enfermedad autoinmunitaria que afecta el sistema nervioso central).  

El padecimiento hace que doña Cristina pierda movilidad cada día más.  La enfermedad es progresiva y sin cura. 

Los primeros siete años desde aquél diagnóstico, estuvieron marcados por la esperanza de encontrar algún alivio y la prudencia para no alarmar a las hijas.   El matrimonio esperó hasta el momento oportuno para conversar con ellas. Tony y Cristina se prepararon, informaron y fortificaron su vínculo único para dar la noticia. 

Los años han transcurrido en medio de terapias, medicamentos, médicos, tratamientos que funcionan un poco y luego no, pero sobre todo en medio de comprensión y amor.

“Hemos aprendido a amar. Al menos yo he aprendido mucho. Ya ella sabía amar. Yo era un tipo de bares y guitarras y ella me llevó de su mano a otro mundo. Nuestro matrimonio, es lo más lindo que me ha pasado. Y al igual que Popeye no tiene fuerzas sin espinacas yo no tengo fuerzas sin Dios. O sea, es Dios quien nos sostiene y más con su enfermedad”.

Las hijas de Tony y Cristina son pilar fundamental en la vida de sus padres. (Cortesía Tony Gazel)

Continúa: “Lo más hermoso, nuestras hijas y verlas salir del nido. Lo menos hermoso su enfermedad. No es nada fácil”. Asegura, y seguido describe: “Lo que más admiro de mi esposa es su pureza, su sencillez, su valentía y su alegría, soy fan de ella, de mis hijas también. Ellas han heredado esas cualidades. Soy fan de mis hijas también”.

¿Qué decir del amor?

Tony, sigue tocando la guitarra y entonando hermosas canciones, pero ahora, para su esposa y por supuesto para Dios. Una de sus letras dice: “Juntos de la mano en el camino, lleguemos unidos al final, somos un solo cuerpo y de la mano de Jesús somos más, santificarnos en pareja”, una canción que trasciende a sus vidas.

Tony acompaña a Cristina, casi todo el día y es su sostén en las diferentes tareas cotidianas. (Cortesía Tony Gazel)

Nos dice: “El amor se aprende, hay que trabajar en ese aprender, no hay matrimonio perfecto. Sí hay problemas pero que se resuelven, Dios debe ser el centro, María nos ayuda llevándonos a Jesús. Dios es amor y así como el fuego no puede mojar, de Dios no sale el mal. Él está de nuestro lado amando.  Sí existe el demonio y él es el anti-amor, así que deben protegerse desde la oración y los sacramentos. Recuerden siempre que Cristo ya venció en la Cruz. El amor venció”.

Cada vez que Tony hace sonar las cuerdas de su guitarra mientras canta a su esposa, ella le mira con el mismo brillo en los ojos que le miró aquella primera vez que sus miradas se cruzaron en el pretil de la UCR, mostrando al mundo que el amor, definitivamente, todo lo puede.

Foto de portada: Mundo Cristiano. 

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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