La ausencia de su madre es, para Angelo Vargas, un dolor que sigue punzándole el alma. Fue apenas el 27 de noviembre de 2020 que falleció con apenas 38 años de edad.
Pero curiosamente, para este joven ese dolor profundo es el aliciente para sacar su quinto año de colegio. “Era el sueño de mami y el mío, ahora, con mucho más razón“, asegura.
La vida no es sencilla para este estudiante del Colegio de San Miguel de Desamparados. Por eso, decidió que para juntar dinero para salir adelante con todo lo que requiere para sacar su bachillerato este año, seguirá los pasos de doña Sandra Serrano, su madre quien en los últimos meses se dedicó a vender repostería para tener un ingreso para ella y sus hijos.

Angelo y su madre, el día de la graduación de noveno
Vender repostería
Angelo le comenta a lizethcastro.tv: “Yo encargo el pan para las 12 mediodía. Al día siguiente me levanto temprano, me alisto, voy por la repostería y lo alisto en unas cajitas“.

Angelo acomoda la repostería en cajitas para vender
Antes de ir a pie vendiendo las cajitas de repostería -cuyo precio es 300 colones cada una-, Angelo acomoda los productos en el mismo carrito hechizo que tenía su mamá, tipo jalador de verduras. “Sigo la misma ruta de mi mamá. Ella era muy alegre y conversaba mucho con la gente. Todo el mundo la quería“, dice este joven orgulloso de la mujer que sacó adelante a 4 hijos.
En un año escolar que amerita que los estudiantes reciban clases presenciales y virtuales, Angelo guarda el dinero para ver si puede comprarse un celular porque una computadora está muy lejos de su presupuesto.
“Mi mamá nos enseñó valores y que el trabajo debe ser honesto sin que nos dé vergüenza ganar dinero honestamente”, dice Angelo. “Mi mamá nos sacó adelante sola, desde pequeños. Tenía dos trabajos. Por cierto ella fue cajera 12 años en Palí”, recuerda.
Te recomiendo de Archivo: Lucía, con bici prestada va a vender su repostería
Sueño de ser policía
Cuando Angelo sacó el noveno año, le comentó a su mamá que quería reclutarse para convertirse en policía. Su mamá le aconsejó terminar el colegio y eso es lo que quiere hacer en este 2021.

Angelo utiliza el mismo carrito en el que doña Sandra repartía repostería
“Después de sacar el bachillerato, voy a ver si con esto del COVID siguen reclutando porque sí quiero ser policía“, asegura.
Para Angelo, levantarse cada día tiene el propósito de hacer sentir orgullosa a su madre que está en el cielo y hacerle un homenaje diario, superando poco a poco el dolor de su ausencia, y con trabajo y esfuerzo salir adelante en la vida.