José Soto revisó como siempre su cuenta bancaria, algo que hace de rutina. De pronto pensó que podría estar viendo mal. Vio un depósito de muchos ceros que no respondían a ningún movimiento financiero que estuviera esperando.
“Vi el millón de dólares en mi cuenta y me asusté, así que apagué la compu. Después la volví a encender y después la volvía a apagar. Parecía un chiquito asustado” y se ríe. Lo que decidió hacer fue llamar a su esposa, Karla Calderón y pedirle que ella viera la cuenta porque no daba crédito de lo que estaba viendo. Jose es dueño del taller Autodecoración Soto ubicado en Moravia. Está casado desde hace 9 años y es padre de Fabrizio, de apenas 3 añitos. “Mi esposa vio la cuenta en la computadora hasta con una lupa, jajaja, para confirmar que sí estaba el millón de dólares”. Ese dinero le resolvería a cualquiera la vida, pero José y su esposa decidieron devolverlo al Banco. La razón la resume en una frase: “Lo que no es mío, no es mío y punto. Dios proveerá, El le ayuda a uno”.
El empresario de 37 años, es dueño de un local que aún debe al Banco: además nos comenta “Y mi casa desde hace mucho que la adquirimos pero aún la debo, es propia pero la debo al Banco”, así que si por ejemplo se hubiera ganado eso en la lotería, esas deudas se hubieran acabado, pero no era el caso. Por eso al día siguiente de haber hecho el descubrimiento en su cuenta, no dudó en hacer lo que hizo: “Preferimos devolverlo. Era lo que había que hacer”.