Cuando tomaba sus vacaciones, al doctor costarricense Francisco Perdomo le bastaron 10 minutos para que su salud diera un vuelco insospechado que no le desea a nadie.
Sobreviviente del letal virus H1N1, llamado en un inicio “fiebre porcina”, superó la situación pero jamás olvida las lecciones sobre la fragilidad de la vida.
De vacaciones hacia los Estados Unidos, don Francisco llevaba en su maleta todo lo que “ocupaba” para vacacionar con su esposa y su hija, pero no todo lo que necesitaba para la gran sorpresa que le tenía la vida. Necesitaría un hospital y un tratamiento radical que lo sacaría del temido virus H1N1, el virus de la Influenzavirus A, que apareció en 2009 en el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud esta pandemia dejó tras sí cerca de 575 mil víctimas y afectó al 21% de la población del mundo.
Perdomo hace un llamado a la población a que el nuevo virus COVID-19 no nos tome con la guardia abajo sino con todas las medidas de precaución para anticipar pronósticos que son, de por si, preocupantes.