Periodista: Wendy Arias/

Por siete años, se negó a que su pierna izquierda fuera amputada. Hoy, un año después de no tenerla, este futbolista que está a las puertas de la Copa América asegura que de haber sabido lo  pleno que se sentiría, habría aceptado la cirugía desde un inicio.

Joshua Santana tenía 19 años cuando decidió ingresar a un redondel de toros, una maniobra resultó mal, su pierna fue golpeada fuertemente por la cuernos del animal y de ahí salió con una fractura de tibia y peroné.

“Malas decisiones, esas que uno toma sin medir las consecuencias, por eso accedí a ir al redondel de toros. Amistades me decían: “vamos”, yo primero dije que no y luego me convencí, pero nadie me puso una pistola en la cabeza, yo fui. Me acerqué y me acerqué al toro, que obviamente, reaccionó  en defensa propia. Corrí, me resbalé y mi pierna quedó prensada entre los cachos, el animal me tiró hacia arriba, caí y donde me puse de pie, la pierna no reaccionó. Ahí empezó un camino muy largo, que nunca imaginé. -hace una pausa para tomar aire-.  Me costó mucho entender que ese camino largo tenía el propósito de formarme. Antes de… yo era una persona, después de… yo soy otra persona y me quedo con la persona que soy ahora, la que Dios formó”.

Desde aquel entonces, este joven de 27 años de edad suma un total de 16 operaciones y cuatro lavados quirúrgicos. La recomendación de los médicos fue la amputación, pero Joshua se negó. Fue hasta el 9 de febrero del 2016, siete años después del accidente y tras un largo recorrido de aceptación, que su pierna fue amputada debajo de su rodilla.

“Yo quería que me operaran, me pusieran un yeso y ya, seguir con la vida normal que llevaba. Sinceramente, jamás me vi sin una pierna, en cada cirugía lloraba como un niño. Me sentí solo, las amistades que yo tenía en el momento eran muchas, pero de repente desaparecieron; como cuando entras a un desierto, entras con muchos y sales con pocos. Pensé hasta en quitarme la vida, así acabaría con mi sufrimiento y el de mi familia.  Dios intervino y me cuestioné: ¿Mi mama va a decir tuve un hijo discapacitado que no pudo enfrentar su realidad?, no, mejor que diga: tengo un hijo discapacitado que enfrenta su realidad con fortaleza”.

El día en que este joven vecino de Desamparados aceptó ser amputado, pensó que había dado una gran lucha sin resultados, pensó que se bajaba del tren después de haberse mantenido por mucho tiempo en él, sin saber que el tren solo hacía una parada, porque el se volvería a subir para nunca más bajarse y disfrutar del viaje. Antes del accidente, Joshua, practica fútbol en las ligas menores, luego del accidente creyó que este era un sueño frustrado. Sin embargo, actualmente juega con el club Liga deportiva Alajuelense para Amputados y con la Selección de Fútbol para Amputados.

“Soy una persona plenamente feliz porque hago más cosas con una pierna que con dos, cosas que siempre soñé, por ejemplo: representar a mi país como futbolista, un sueño que con dos piernas no lo logré y hoy, estoy a las puertas de una Copa América. De verdad amo mi vida, la vivo sin límites, de manera positiva y con mucha fe”.

Además de prepararse para el Torneo Nacional con Miras a una convocatoria para enfrentar la Copa América, la cual esta prevista para el mes de julio en Estados Unidos.  Joshua, ha retomado las riendas de su vida por completo, continúa trabajando, estudiando y ahora impartiendo charlas motivacionales.

Joshua es futbolista y tiene su pierna izquierda amputada

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

1 comentario

  1. Jorge Hidalgo Mora on

    Bueno lo felicito por ser un ejemplo de vida…y no dudo que cualquier meta que se proponga la va a alcanzar …BENDICIONES