Periodista: Wendy Arias

Cuando del amor se trata, a nadie lo deja el tren, por eso publicamos esta historia.

Ellos son doña María Elena de 76 años, quien nunca antes se había casado, y don Juan Gerardo Cerdas de 69 años, quien enviudó hace más de una década. Se conocieron en el Centro Diurno para Ancianos de Aserrí.

“Desde que llegué me gustó, es toda calladita, simpática, buena persona, muy dulce y guapa” dice don Gerardo mientras la mira con ternura. “Me gusta como me trata, como me mira y me habla, él es muy agradable y detallista” concluye doña María Elena mientras se sonroja y sonríe.

La historia empezó a escribirse hace unos tres años y medio con  una amistad, en la que ambos compartían juegos, talleres de pintura o bailes. El vínculo se consolidó hasta dar paso a un noviazgo cargado de respeto, simpatía y cariño.

“Cuando íbamos a paseos con los demás compañeros, nos escapamos solitos un ratito para hablar y compartir un helado o una ensalada de frutas que a ella le gustan mucho. Entonces, como a los dos años de novios y yo cada vez más enamorado le propuse matrimonio”. Dice don Juan. “Me dijo que tenia que hablar conmigo, por un momento me asusté, pensé que me iba a terminar. Pero cuando me dijo que me casara con él, me sentí muy feliz, le dije que claro que si”, dice doña María.

El pasado 24 de junio a las 11 de la mañana, ambos dijeron el “Sí acepto” ante Dios y los presentes. Esta es la primera vez que doña María Elena se casa, mientras que para don Juan Gerardo es la segunda vez, ya que enviudó hace 15 años.

“Yo me sentí realmente feliz, el vestido me lo trajo mi nieta y está bellísimo. Estaba nerviosa, pero cuando lo vi esperándome sentí una emoción muy grande. La fiesta estuvo muy linda con nuestros, hijos, nietos y compañeros del Centro, fue más de lo que yo esperaba”.  Afirma la enamorada esposa. “Yo estaba muy nervioso, llegó 25 minutos tarde, ya estaba preocupado. Pero se veía guapísima. Gracias a Dios todo fue perfecto”. Concluye el atento esposo.

El día de su boda, doña María Elena, quien es madre de 4 hijos, entró al altar del brazo de uno de sus nietos –tiene 6-, mientras que don Juan Gerardo fue acompañado por su madre de 93 años.

Los recién casados, pasan el día en el  Centro Diurno para Ancianos en donde se conocieron y vieron nacer su amor y en las tardes ambos se van a su casa en Barrio Corazón de Jesús en Aserrí. Tomados de las manos y sonriendo, aseguran con ilusión, que lo único que desean es seguir cultivando su amor y nunca dejarlo marchitar.

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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