Por Ana Coralia Fernández, periodista.
Fotografía: Fernando Arguedas
La mayoría de la gente cuando se casa hace una promesa, una gran promesa: amarse en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad.
Amarse en la riqueza y en la salud es relativamente fácil, pero en la pobreza o en la enfermedad… esa, esa es otra historia.
Dicen que “amor con hambre no dura”, pero la historia de esta vez, no es de carencias materiales, sino de la lucha de un matrimonio por sobrevivir un agresivo cáncer de mama y al mismo tiempo, darle la bienvenida a un nuevo miembro de la familia.
Viviana, Jefrey y su pequeña hija Yuliana Zelaya León, de dos años, me recibieron en su casa pequeña, impecable y hermosa en Alajuela.
Él con su bebita alzada me fue a topar y ya en la casa. Viviana salió a recibirme con su cabeza rapada que resalta su belleza.
Una historia de amor
Viviana León Hernández y Jefrey Zelaya Velázquez ‘jalaron’ cinco años y llevan seis de casados. Se quieren muchísimo. Lo sé porque el amor es una de esas cosas que se sienten en el aire.
El 11 de agosto del 2015, a Viviana le diagnosticaron cáncer de mama.
“Al principio, no es fácil porque uno no espera recibir esa noticia a los 29 años. Uno siempre se asocia la palabra cáncer con la muerte. Y las preguntas que surgen inmendiatamente después son ¿Qué va a pasar con mi familia? ¿Qué va a pasar con mi hija?”, dice la protagonista principal de esta historia.
“Yo sentí que me fui en un hueco profundo. Me detecté una pelotita de dos centímetros en el seno izquierdo, justo después de que mi hija dejara el pecho. Me dijeron que era bilateral, o sea que ya estaba comenzando en mi otro seno. Me operaron ambas mamas, pero a la semana del diagnóstico, supe que esperaba a mi segundo bebé…”.
Jefrey afirma que es Viviana la que le da fuerza y ánimo para enfrentar todo esto con valentía: “Su actitud es muy positiva, se levanta alegre, contenta a pesar de todos los momentos difíciles. Uno piensa en lo difícil que es saber que la persona que se ama lucha por su vida. Esta etapa me ha permitido conocer a una Viviana distinta: fuerte, valiente, serena. Yo necesito a mi esposa y mi hija a su mamá, y entre los tres enfrentamos esto de la mano de Dios. Él tiene la última palabra”.
Una de cal y otra de arena…
Por lo general la noticia de un embarazo es buena, pero cuando Viviana y Jefrey supieron que esperaban a su segundo hijo una semana después del diagnóstico cáncer, ambos se preocuparon mucho. No solo ellos, los doctores recomendaron interrumpir el embarazo porque al someterse a las cirugías y recibir la quimioterapia y los tratamientos para atacar la enfermedad, se corría el riesgo de afectar seriamente al bebé.
“Ante este panorama yo no sé qué hubiera hecho sin el apoyo de mi esposo. Él es un hombre maravilloso y todas las decisiones las hemos tomado juntos. Va conmigo a las citas, a la quimioterapia, si no va está llame que llame; en fin, yo soy la enferma pero hemos compartido cada estación de la enfermedad”, dice Viviana.
Y este punto es importante porque el cáncer no solo ha destruido tejidos, órganos y personas. Se sabe que muchas veces las parejas no logran sobrevivir estas crisis. A veces la persona afectada se recupera del mal, pero las lesiones emocionales producen un sisma inmenso en su relación de pareja.
No es el caso de esta joven familia, pues cada uno aporta lo que puede: Viviana su serenidad y su tenacidad, Jefrey su mano abierta para caminar juntos y Yuliana su alegría en el hogar.
Ya se ve la cigüeña…
Gabriel nacerá si Dios quiere el próximo 25 de marzo por medio de una cesárea. Es un bebé muy esperado y sobre todo rescatado de decisiones que pudieron haber interrumpido este feliz desenlace.
“Al principio la junta de médicos insistía en interrumpir el embarazo por seguridad mía, pero no quisimos. Nosotros tenemos firme nuestra fe en Dios. Nuestra confianza está en Él. Nuestra fe es la base para partir de ahí a lo que viene, y creer a pesar de…”, agrega Jefrey cuando entramos al tema del nuevo miembro de su familia.
“No podríamos hacerle frente a todo esto sin la mano de Dios. Él nos ha acompañado en todo momento. Él no manda las enfermedades cosas. Más bien ayuda a resolverlas”, completa la frase Viviana.
El embarazo cambió el panorama del cáncer de mama de principio a fin, pues ya no se trataba de una sola vida, sino de dos.
“Gabriel es nuestro hijo y lo fue desde que supimos que vendría. Aunque a veces te digan “no corra el riego apenas son unas células”, ¡qué va!, para nosotros es nuestro bebé y para Dios también”.
Él es un bebito muy esperado y más en estas circunstancias.
El embarazo ha transcurrido normalmente, todos los exámenes han salido bien, en ningún momento el tratamiento ha afectado su desarrollo.
Durante la mastectomía, no hubo gracias a Dios ninguna consecuencia negativa para Gabriel.
Nacerá por medio de cesárea para no “jalarle el rabo a ternera” como decimos en Costa Rica.
Después de que nazca, Viviana seguirá con siete sesiones más del tratamiento.
Una historia de esperanza
“Yo les digo a las personas que atraviesan situaciones difíciles (¿qué más difícil que estar en riesgo de morir?) que nunca pierdan la fe. Dios es el centro de todo y de todas nuestras necesidades. Debe ser el centro de nuestro hogar y familia, de nuestras necesidades y logros. Él está siempre con nosotros. Sigan adelante, hay mucho por qué luchar. Todo en algún momento se soluciona y la muerte es algo que todos tenemos en común, pero eso está en manos de Dios y mientras tanto, hay que luchar con alegría, con valentía y con amor”.
Así cierra esta nota esta madre y esposa joven. Podría ser su hija, su hermana, su esposa.
Ella es una mujer, es valerosa, que llena de esperanza su hogar y el de muchos con su testimonio y nos da una luz en la escalera, para sentir que la vida se gana y se dignifica con pasión, respeto y fe.
22 comentarios
Jesús en tí confío!!!
Los admiro son unos valientes,sigan adelante confiando en Dios por que el es fiel y responderá todo esto está en el propósito perfecto de Dios, la palabras de ella son impresionantes ejemplo de vida. Gracias por compartir algo tan profundo.
Sin duda alguna la fe y la confianza en Dios ha sido el sostén de esta valiente mujer. Muchas felicidades y muchas gracias por compartir esta historia con nosotros
Increíble Mujer digna de admirar,tan Valiente,no muchas personas tienen la fe y él coraje de enfrentar ciertas situaciones como lo hace ella,muchas felicidades por esa hermosa familia y sigan adelante de la mano de Dios que el nunca nos abandona…
DIOS ES BUENO Y MISERICORDIOSO. FELICIDADES VIVIANA, TU FE TE DA LAS FUERZAS, BELLA ERES UNA GRAN MUJER Y UNA SUPER MAMA.
GRACIAS LIZET, TUS HISTORIAS SIEMPRE SON.INSPIRADORAS……
wowww, La verdad que me quito el sombrero no solo x ella, si no x su esposo, de verdad q historia, todo pasa x algo, con un propósito, Dios todo lo hace perfecto, es demasiado grande y el ama a sus hijos para muestra esta historia que hoy , en este dia queda apenas. Que les lluevan las bendiciones de cielo, que Dios todo poderoso los proteja siempre, a los 4 , felicidades son un gran ejemplo.
Una.mujer valiente, que sin duda se llena de fuerza cn ese par de bendiciones que Dios les ha dado. Un hombre que ha sabido mantenerse al lado del tesoro que Dios le encomendó. Bendiciones a los 4. Los felicito x hacer frente a esto de la mano y bajo el cuido de Dios
Sin palabras!!Pero verán más palpable la misericordia de Dios.Mi oración les acompañará
Que Dios los siga fortaleciendo!
Todo lo podemos en Cristo q nos fortalece, una historia bella, llena de valentía, pero sobre todo de amor…
Esto demuestra.que el.amor cuando.se cuida es incondicional,tambien que valentia de los dos en el.caso que.ellos estan,tomar la descision de dejar el.el.bb nazca,bueno solo Dios sabe el.momento en.que.nos envia esas señales.divinas y tomar desciones,hoy.en.el dia de la mujer,admiro y aplaudo esas mujeres como decimos en Colombia (berracasechadas para adelante,sin importar nada,solo aferrandose a la vida se puede y sobre todo a la mano de Dios.
¡Hermoso testimonio! Que el Señor Todopoderoso colme de bendiciones a esta hermosa familia y les de la fortaleza para continuar construyendo un mundo mejor. Gracias a Lizeth Castro, por compartir historias que edifican.
Viivi es una gran luchadora y de mente positiva. Lo principal creyente y ejecutora de la fe. es un gran testimonio de esperanza
de amor y de fe. me alegra tanto verla feliz esplendorosa y radiante, Gracias a Dios que la familia apoya en los momentos que más se necesita, lo se por propia experiencia. Te envió todo mi cariño y mil bendiciones para tu bebé. Doña Martha.