Fue un momento muy emotivo, desde hacía tiempo se había propuesto hacerlo y sí que lo hizo. Se acomodó en la silla desde donde las personas amputadas como él deben lanzar la jabalina; apenas y puede balancear su tronco un poco hacia adelante y hacia atrás, así es como se impulsa y a la vez grita mientras deja ir por el aire la lanza que sostiene con su mano derecha.
Los jueces empiezan a medir la distancia de aquel lanzamiento, si supera los 19 metros y 27 centímetros será uno de los 1608 atletas que estarán en agosto de este año, en Canadá en los Juegos Parapanamericanos.
El registro no deja dudas, el lanzamiento del costarricense Siler González fue de 23 metros y 70 centímetros, la marca para estar en Canadá había sido conseguida. Todo esto sucedió en México al finalizar el año pasado.
Esta historia de triunfo es más particular si se piensa que Siler se entrena solo, que cada vez que sale a prepararse debe llevar la silla, la jabalina y todo lo que necesite. Pero si algo sabe él es luchar y sobrepasar dificultades, lo tiene claro hoy a sus casi cuarenta años, pero bien lo vive desde que tenía once cuando, debido a un mal congénito, le amputaron su pierna derecha arriba de la rodilla.
Hoy es campeón centroamericano a nivel paraolímpico, no solo de jabalina, sino también de disco, ya anteriormente había participado en baloncesto sobre silla de ruedas y voleibol sentado.
Como muchos atletas hoy necesita ayuda, por eso tiene escrito en su página de facebook Siler González: “Sigo en la lucha por conseguir patrocinio para una mejor preparación y poder contar con viáticos para mis próximos torneos y así poder viajar tranquilo y no como siempre lo hago”.
Inmediatamente agrega que agradece la ayuda de quienes le han extendido una mano y le han dado apoyo, como el gimnasio “Energía y Salud” donde también se entrena.
Para Siler la palabra fácil no aparece en su diccionario cuando de competencias y preparación se trata. Al respecto agrega: “ ha sido difícil, muchos se desesperan y hasta me cuestionan que siga en esto, porque son muchas condiciones adversas, imagínese por ejemplo, que cada vez que voy a entrenar gasto en transporte cinco mil colones, porque debo llevar la silla, la jabalina, el disco, la bala y para alguien amputado como yo esto no es nada fácil. Cuando viajo lo hecho hasta sin un colón, solo es por amor, por eso le pido al de arriba fuerzas para seguir, y conseguir patrocinio para lograr más metas y seguir representando al país”.
Ya este atleta logró la marca en jabalina ahora se propone lograr lo mismo con el lanzamiento de bala para eso tendrá dos oportunidades, una en Cali, Colombia, en marzo y otra en junio en El Salvador.