El próximo 21 de diciembre, dará fin el curso lectivo 2020, un curso marcado hasta el último día por la pandemia del COVID-19, incluida la gran tarea de entregar promedios finales a estudiantes de todo el país.

Hoy le contamos una de las tantas realidades que se viven en un territorio indígena.

La teacher de inglés no pudo enseñar pronunciación a sus alumnos

La teacher no pudo enseñar pronunciación a sus alumnos (Foto Archivo de la profesora)

Enseñanza a medias, sin presencialidad ni virtualidad

En lizethcastro.tv conversamos con Rebeca Campos Morales, profesora de inglés en el Liceo Académico de Boruca con Orientación Tecnológica.

Para llegar a Boruca, se ingresa por Térraba.  La mayoría de estudiantes no cuenta con internet, computadora o celular para recibir clases en casa.

Aún así, este viernes a las 5  de la mañana, esta profesora saldrá de su hogar en Pérez Zeledón, para entregar los promedios a las 7:00 am.

Ella nos cuenta: “Nosotros trabajamos con el escenario cuatro, que son las guías impresas y entregadas mensualmente. En mi caso, lo más difícil ha sido enseñar la pronunciación del idioma. Este viernes entregaré promedios a una comunidad estudiantil con la que casi no compartí en persona, no tuve la posibilidad de corregir en el momento, sino hasta el mes siguiente, y no les pude explicar una palabra como hubiese deseado por las barreras tecnológicas.

Aún con todo ello, sé que son muchachos muy esforzados y estoy contenta de dar clases en un territorio que, sin contar con las herramientas tecnológicas, finaliza el Curso Lectivo 2020 con éxito”.

Estudiantes y profesores viajan por horas para llegar al Colegio

El Liceo Académico de Boruca con Orientación Tecnológica, cuenta con una comunidad de aproximadamente 160 estudiantes y 30 profesores.

Antes de la pandemia, todos recorrían largas distancias para hacerse presentes en las aulas. Con la llegada del COVID-19, la complejidad aumentó, pues la virtualidad no ha sido posible.

Recibieron el material cada mes con todas las especificaciones y los que tuvieron oportunidad, se ayudaron con alguna llamada a la profesora para aclarar dudas.

La educadora de 34 años de edad, vive en Pérez Zeledón con su esposo y tres hijos.

Menos buses con la pandemia

Los días en que la teacher visitó el Centro Educativo, se trasladaba un día antes, pues el servicio  de transporte público disminuyó.

Ella continúa: “Con todo esto del Covid, quitaron la cantidad de buses que ingresaban a la comunidad, antes había cuatro carreras por día: dos de entrada y dos de salida, ahora solo hay una de cada una.

Allá me quedaba donde una señora que me daba posada y yo le colaboraba. Fue difícil por mis hijos, con edades de diez, seis y tres años. Además, los dos menores son de paladar hendido. Pero lo logramos gracias a Dios. Soy indígena por parte de mi mamá y crecí en Chamba, un pueblo de Boruca, sé que es difícil, pero se puede salir adelante”.

Rebeca recibió clases en un salón comunal

Recuerda Rebeca: “El colegio ha crecido bastante, por ejemplo: yo recibía lecciones en un salón comunal y si llovía nos mojábamos mucho. Ahora son instalaciones muy completas con rampas y diferentes comodidades. Sin embargo, sigue faltando apoyo, sobre todo tecnológico y esta pandemia lo hizo notar más”. Finaliza la docente.

Es así como lo han dicho expertos, que la pandemia ha dejado en evidencia la Costa Rica con internet y la Costa Rica que a duras penas logró “acomodarse” a una virtualidad que sólo un sector de la población accesó.

Periodista: Wendy Arias

Acerca del Autor

Soy periodista desde que tengo uso de razón. Siempre me gustó preguntar por todo y escuchar respuestas, incluido el silencio como la mejor en algunos casos.

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